Introducción

Como parte de la iniciativa ‘Manos con la comunidad’¹, de la que somos parte, se tomó la decisión de construir un Centro de Acopio de residuos reciclables en un predio comunal en San Mateo Acatitlán. El predio goza de una ubicación privilegiada (junto al arco que da la bienvenida en la entrada a la población) y es conocido como el Centro Comunitario Acatitlán (CCA). En él hay juegos infantiles y un pequeño módulo que se utiliza como biblioteca comunitaria (aunque se construyó hace unos años para albergar una clínica); el resto del predio está cubierto por pasto y vegetación baja. Al sur, una pendiente pronunciada baja hacia un arroyo (que en temporada de sequía permanece seco) donde hay árboles de altura importante.

El módulo existente representa un punto de partida para la reflexión del equipo de arquitectos que codiseñamos el Centro de Acopio. Se trata de una pequeña edificación de un nivel, bien construida con block de concreto, funcional y digna. Representa para nosotros un precedente de cómo se han concebido los proyectos de equipamiento en esta comunidad, y de lo que es posible. Sin embargo, ante la perspectiva del nuevo encargo, nos preguntamos: ¿qué potenciales vemos para que nuestra acción pueda beneficiar a la comunidad, más allá de lo construido?

Detectamos dos direcciones que queremos explorar en este proyecto:

1. Que el proyecto promueva principios de sostenibilidad ambiental en la construcción a través de las decisiones de diseño, los materiales y los sistemas constructivos.

2. Que el proyecto promueva la cohesión social, integrando procesos participativos que acerquen a la comunidad a la toma de decisiones.

A partir de estos nuevos puntos de partida buscamos reimaginar lo que implica hacer un proyecto arquitectónico, para que el fin no sea el objeto construido, si no los procesos sistémicos involucrados.

¹. Propuesta de la UMA para generar lazos con la comunidad de San Mateo Acatitlán, en donde se encuentra ubicada.