Introducción

Los limpiadores domésticos convencionales que se comercializan en la Ciudad de México tienen efectos dañinos tanto en la salud de los usuarios como en el medio ambiente. Estos productos, conocidos como cuaternarios o QAC, contienen compuestos químicos como amoníaco, cloro y sosa cáustica, que eliminan microorganismos pero también provocan irritaciones en la piel, ojos, vías respiratorias y problemas digestivos. Además, su uso excesivo contribuye al aumento de patógenos resistentes y contamina el agua al liberar fosfatos y nitratos que dañan los ecosistemas.

Frente a esta situación, el proyecto “Sin huella... de carbono” propone soluciones con productos de limpieza ecológicos que no dañan la salud ni el entorno. La empresa se enfoca en crear productos sostenibles, innovadores y diseñados en función de las necesidades de los usuarios. Además, busca involucrar activamente a los consumidores en el proceso de producción y distribución, con el objetivo de replicar el modelo de negocio. Inicialmente, los productos están dirigidos a personas de clase media y media alta en la Ciudad de México con conciencia socioambiental.

El desarrollo de este proyecto está respaldado por metodologías como el codiseño, la teoría de cambio y los principios de la permacultura, integrando un enfoque de economía solidaria. Se espera que, al usar estos limpiadores ecológicos, mejore la salud de los usuarios, se reduzca la contaminación del agua y la huella de carbono a lo largo de la cadena de valor de la empresa.