Introducción

El objetivo del presente proyecto es contribuir al bienestar y la sostenibilidad del destino desde el alojamiento en la zona costera Playa Blanca entre los municipios de José Azutea y Petatlán, Guerrero, con 790 hectáreas de extensión y colindante con Barra de Potosí, un carismático poblado de pescadores. Su carisma, paisajes, biodiversidad y las condiciones óptimas para vacacionar resultan cautivadores y han llamado la atención de proyectos nacionales, internacionales y diversos desarrolladores inmobiliarios.

En los últimos años, ha sido recurrente la afluencia de turistas en búsqueda de un destino de sol y playa con estancias promedio muy cortas, lo que ejerce una presión hacia los recursos del lugar e imposibilita que el viajero se relacione con la comunidad y conozca el patrimonio biocultural. No obstante, un considerable porcentaje de los huéspedes manifiestan interés por las actividades de turismo de naturaleza e iniciativas locales, según la investigación realizada. Sin embargo, desde un alojamiento se puede contribuir a la conservación del destino a través de tejer experiencias que enlacen a los viajeros con las propuestas de turismo sostenible existentes en la comunidad, generando una red de beneficios mutuos.

A lo largo de la implementación se realizaron mapeos participativos con diversos actores aplicando el marco de trabajo Medios de Vida para realizar una lectura profunda del lugar con el objetivo de identificar sus capitales y su vocación. Así mismo, se validaron múltiples experiencias potenciales, de las cuales se integraron aquellas que resultaron significativas para los viajeros. Se espera que, para finales de 2023, Costa y Mar pueda aumentar la estancia promedio de 2.5 a 4 noches; permitiendo que el 50% de los huéspedes vivan una experiencia significativa que los conecte con el patrimonio del lugar y contribuya a su voluntad de conservar los destinos.