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El pasado 15 de agosto de 2025, los gobiernos de México, Guatemala y Belice firmaron en Calakmul, Campeche, la Declaración de Calakmul, mediante la cual se creó el Corredor Biocultural de la Gran Selva Maya. Este acuerdo busca proteger y preservar más de 5.7 millones de hectáreas del bosque tropical más extenso de Mesoamérica, considerado la segunda selva tropical más grande del continente después de la Amazonía (Gobierno de México, 2025).
El acto reunió por primera vez a los tres jefes de Estado: Claudia Sheinbaum, presidenta de México; Bernardo Arévalo, presidente de Guatemala; y Johnny Briceño, primer ministro de Belice. Con este gesto, los tres países refrendaron su voluntad de cooperar en materia de conservación ambiental, desarrollo sostenible y bienestar de las comunidades que habitan en la región.
La importancia del acuerdo no radica solo en su dimensión territorial, sino también en su significado cultural. La Gran Selva Maya fue hogar de civilizaciones milenarias y hoy continúa siendo refugio de pueblos mayas y afrodescendientes, herederos de una cosmovisión que coloca a la naturaleza en el centro de la vida comunitaria.
Contexto global y relevancia
En un escenario marcado por la crisis climática y la pérdida acelerada de biodiversidad, el acuerdo representa un ejemplo mundial de cooperación internacional. Los mandatarios subrayaron que este pacto va más allá de las fronteras políticas y responde a la necesidad de preservar uno de los últimos pulmones verdes del planeta.
El acuerdo se inscribe dentro de los compromisos globales en materia ambiental, como el Convenio sobre la Diversidad Biológica de la ONU y los Objetivos de Desarrollo Sostenible, en particular el ODS 15: Vida de ecosistemas terrestres. En este sentido, la alianza trilateral se posiciona como una contribución significativa a los esfuerzos colectivos de conservación.
Además, México anunció la segunda fase del programa Sembrando Vida en Guatemala y Belice, con el objetivo de regenerar suelos degradados, restaurar la cobertura forestal y fomentar la autosuficiencia alimentaria. Esta medida complementa la creación del corredor y demuestra que la biodiversidad está estrechamente vinculada al bienestar social.
Zona de implementación. Foto: Secretaría de Relaciones Exteriores de México
La biodiversidad en riesgo
La Gran Selva Maya alberga alrededor de 7 mil especies de flora y fauna, de las cuales 200 están en alguna categoría de riesgo, 50 son consideradas prioritarias y 250 son endémicas de México (Gobierno de México, 2025). Entre sus habitantes destacan especies emblemáticas como el jaguar, el tapir, el mono araña y el quetzal, cuya conservación depende de la continuidad ecológica que este corredor garantiza.
Asimismo, la región contiene ecosistemas únicos como selvas tropicales bajas, medianas y altas, manglares y petenes, que desempeñan funciones clave en la regulación del ciclo hídrico y en la captura de carbono. En un mundo que enfrenta temperaturas cada vez más extremas, estas áreas naturales son aliadas indispensables en la mitigación del cambio climático.
El acuerdo reconoce que sin la participación de las comunidades locales no será posible frenar amenazas como la tala ilegal, los incendios forestales o la expansión de la frontera agrícola. Por ello, se estableció un Consejo trinacional de Áreas Protegidas que coordinará acciones junto a organizaciones ambientales, académicas, sector privado y sociedad civil.
Patrimonio cultural y natural
La dimensión cultural de la Gran Selva Maya refuerza el carácter integral del acuerdo. Esta región no solo es biodiversidad, sino también historia viva. Sitios arqueológicos como Calakmul en México, Tikal en Guatemala o El Caracol en Belice son testimonio de la grandeza de los pueblos mayas.
El reconocimiento del papel de las comunidades indígenas y afrodescendientes como guardianes de la naturaleza representa un paso significativo hacia un modelo de conservación con justicia social. Este enfoque biocultural coloca en el centro la relación indisoluble entre identidad, territorio y biodiversidad.
La declaratoria también instituye el 15 de agosto como Día de la Gran Selva Maya, así como un reconocimiento al “Mérito a la Conservación”, con el propósito de visibilizar y agradecer a quienes dedican su vida a proteger estos ecosistemas.
Impactos esperados
El impacto ambiental del corredor será múltiple. En primer lugar, asegura la conectividad ecológica de más de 50 áreas naturales protegidas de los tres países, lo que facilitará la movilidad de especies y reducirá la fragmentación del hábitat.
En segundo lugar, fortalecerá la capacidad de enfrentar amenazas compartidas como el tráfico de especies y la deforestación, al crear un marco de cooperación trinacional. Y, en tercer lugar, fomentará prácticas de turismo regenerativo y desarrollo rural sostenible, que permitirán a las comunidades obtener beneficios económicos sin comprometer la biodiversidad.
En palabras de Claudia Sheinbaum, el acuerdo es “histórico y hermoso”, porque convierte coincidencias geográficas y culturales en una alianza sólida para el futuro (Gobierno de México, 2025). Así, la Gran Selva Maya se consolida como un símbolo de cooperación regional y un referente de cómo el patrimonio natural y cultural pueden integrarse en una visión compartida de sostenibilidad.
Conclusión
El Corredor Biocultural de la Gran Selva Maya es más que un acuerdo ambiental: es una apuesta por el futuro. Sus 5.7 millones de hectáreas representan un santuario de biodiversidad, un reservorio de cultura y una esperanza para millones de personas que dependen de su equilibrio.
En un momento donde la degradación ambiental amenaza la vida en el planeta, este pacto trinacional se convierte en un recordatorio de que la cooperación y la visión de largo plazo son posibles. La palabra clave de este esfuerzo es clara: biodiversidad, pues protegerla significa defender la vida misma.
Escrito por Rubén Cors, estudiante de la Maestría en Derecho Ambiental y Políticas Públicas, generación 2025.
Las opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de los autores y pueden no coincidir con las de la Universidad del Medio Ambiente
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Maestría con validez oficial. RVOE: 205200000/556/2011
Referencias
- Gobierno de México. (2025, 15 de agosto). En un acuerdo histórico, México, Guatemala y Belice crean el Corredor Biocultural de la Gran Selva Maya, el más grande del mundo en su tipo. Recuperado de https://www.gob.mx/presidencia/prensa/en-un-acuerdo-historico-mexico-guatemala-y-belice-crean-el-corredor-biocultural-de-la-gran-selva-maya-el-mas-grande-del-mundo-en-su-tipo?idiom=es#:~:text=La%20declaraci%C3%B3n%20conjunta%20entre%20Guatemala,la%20contaminaci%C3%B3n%20ambiental%20y%20los
- La Jornada. (2025, 15 de agosto). Firman México, Guatemala y Belice acuerdo para proteger y preservar la Gran Selva Maya. Recuperado de https://www.jornada.com.mx/noticia/2025/08/15/politica/firman-mexico-guatemala-y-belice-acuerdo-para-proteger-y-preservar-la-gran-selva-maya
- Presidencia de la República. (2025, 15 de agosto). Versión estenográfica: Encuentro México–Belice–Guatemala, conferencia de prensa y firma de acuerdos. Calakmul, Campeche. Gobierno de México. Recuperado de https://www.gob.mx/presidencia/articulos/version-estenografica-encuentro-mexico-belice-guatemala-conferencia-de-prensa-y-firma-de-acuerdos-calakmul-campeche