La Mano del Mono
noviembre 28, 2017Procuenca
diciembre 6, 2017Por: Rivká Ayala, noviembre 2017.
Ahí estaba yo escuchando a Adriana Luna en una clase de Taekwondo, se dice que: cuando se tiene algo interesante que escuchar cualquier lugar es ideal.
Entre artes marciales, libreta y pluma escuchaba atenta su historia, relatos de su profesión y vida, de cómo sacó coraje del interior para apostar por un sueño, un proyecto comprometido con una realidad socioambiental, proyecto pionero en México que al día de hoy ha sido galardonado con diversos reconocimientos en el ámbito del emprendimiento y esfuerzo socioambiental.
Antes de continuar, presentaré a Adriana protagonista de nuestra historia.
Adriana es biotecnóloga de profesión especializada en ingeniería en proteínas, dedicó algunos de sus años a la investigación y bioremediación de suelos enfocada siempre en la microbiología, años más tarde la vida y su gran dedicación la llevaron a recibir una beca completa en la Universidad Victoria (Canadá) para especializarse en Estudios Ambientales y Restauración Ecológica, durante su especialización en Canadá propuso un proyecto de titulación llamado: Rol Ecológico –Diversidad de la Reserva- que se llevaría a cabo en comunidades vulnerables, rurales y urbanas en la ahora CDMX, durante esta etapa Adriana se enfrentó a diversas realidades tanto positivas como negativas que alimentaron en su interior una llama por intervenir una contexto socioambiental. Tiempo después Adriana viaja a Sinaloa en donde participa en proyectos de Agricultura ecológica en áreas protegidas, lugar que da lugar a su primer contacto al mundo de la producción agrícola a gran escala enriqueciendo su conocimiento y sensibilidad que años más tarde plasmaría en Tierra de Monte.
El motor del entusiasmo.
Todos los días nos preguntamos o deberíamos hacerlo: ¿Qué nos entusiasma?, ¿cuál es nuestra pasión para salir día a día? Bueno, Adriana a la corta edad de 28 años tenía una gran motivación, un motor que la impulsó a continuar, una revolución llamada Azul, su primera hija. Cuestión de destino quizás, Azul nace con intolerancia y alergia a los agroquímicos, situación que orilla a Adriana a cambiar radicalmente su alimentación y su energía en encontrar una solución alimenticia sana para su hija.
Durante estos años Adriana dedica todo su tiempo en entender los alimentos y su comportamiento en el sistema de su hija, lo que la lleva a reflexionar sobre la calidad de los alimentos de hoy en día, del uso desmedido e irresponsable de fertilizantes utilizados en la agricultura. Un par de años más tarde nace Dharma, su segundo hijo, padeciendo la misma alergia.
La fertilidad en la vida de Adriana juega un papel muy importante, fertilidad llevada a todos sus contextos, desde el nacimiento de sus hijos hasta la fertilidad en la tierra que nos brinda la vida. Así entonces, es como desde esta realidad Adriana busca adquirir mayores conocimientos en el mundo del emprendimiento, conectando con la Universidad del Medio Ambiente, quienes por medio de la Maestría en Administración de Empresas Socioambientales orientan, acompañan y apoyan a materializar su sueño, el sueño de agregar valor a las actividades de la gente que pudieran convertirse en acciones transformadoras. Partiendo desde la interrogante: ¿Cómo hacer que la gente se sienta libre? Adriana trabaja de la mano de la UMA para aterrizar sus conocimientos y aprendizajes adquiridos con anterioridad en un proyecto innovador y de impacto, en compañía de su socio fundador y compañero de vida, su esposo.
Nace entonces Tierra de Monte, de la genialidad de Etienne y de la pasión de Adriana por generar una propuesta de agricultura regenerativa que nutra los suelos a partir de la relación de microorganismos que habitan en él, que además proporcione un soporte a grupos vulnerables para que puedan sostenerse a largo plazo. El proyecto tiene el propósito de empoderar a pequeños productores y comunidades por medio de redes colaborativas en donde el agricultor y la misma comunidad sean quienes encuentren soluciones y se anticipen a problemas en sus tierras. Tierra de Monte propone el espíritu del Tekio. Las relaciones de reciprocidad. La filosofía del “hoy por ti, mañana por mí y siempre para todos”. Esto es lo que los Líderes de la Agricultura Libre hacen.
Tierra de Monte al día de hoy es un proyecto que va viento en popa, creciendo y demostrando que una agricultura respetuosa con el medio ambiente y su comunidad es posible,
Casos de éxito como Tierra de Monte nos enseñan el poder de la perseverancia y consciencia transformadora de un Agente de Cambio.
Adriana Luna es orgullosamente egresada de la Universidad del Medio Ambiente, formando parte de la gran comunidad de aprendizaje que día a día cultivamos en la Universidad.
Si tú, como Adriana deseas lograr un impacto de cambio sistémico en tu mundo, este es un llamado a la acción.
¡Atrévete a transformarte en comunidad!
SITIOS DE INTERÉS
Universidad del Medio Ambiente
www.umamexico.com
Tierra de Monte
www.tierrademonte.com