LA UMA EN ATMEX 2017
diciembre 27, 2017Experiencia. La clave hacia el emprendimiento.
enero 14, 2018Francisco Bonilla Sevilla,
Socio Fundador y Docente de la Universidad del Medio Ambiente
En una tira cómica de Quino, Mafalda le pregunta a su papá con motivo de la celebración de fin de año: ¿se acabaron las guerras? ¿se acabó la desigualdad en el mundo?… cuando este le contesta que no, ella replica muy enojada ¿entonces porque cambiamos de año? En estas fechas de reflexión, vale la pena tomar estas palabras de Mafalda no solo con miras a los retos que enfrentaremos en 2018 sino en los años por venir.
Uno: Proceso electoral 2018 en México.
Sin duda el fenómeno mas delicado que enfrentaremos los Mexicanos serán las elecciones presidenciales de Julio de 2018. Todo este evento pondrá a prueba la resiliencia de nuestra sociedad (la capacidad de seguir floreciendo a pesar de la adversidad), ante un entorno especialmente adverso emanado de una presidencia norteamericana hostil hacia México, de su reciente reforma hacendaria (que entre otras cosas coerciona la repatriación de capitales y utilidades de transnacionales norteamericanas), a la par de la difícil renegociación vigente del TLC; sin embargo, indistintamente del partido que gane las elecciones presidenciales, los temas ambientales y sociales deberán ser atendidos de manera asertiva ya que están vinculadas profundamente con nuestra continuidad como sociedad.
Dos: Agua limpia y accesible para todos.
Es muy probable que el agua ocupe un lugar relevante en la agenda de las elecciones la cual cada día es más escasa y está más contaminada. En México país: Donde se produce el 64% del PIB y donde vive el 53% de la población solo se tiene una disponibilidad natural del 16% del agua renovable; y en términos generales en nuestro país se extrae mas agua de la que el ciclo natural renueva (siendo el caso mas delicado el valle de México donde se extrae 1.6 veces mas agua de la que se recarga en los acuíferos). A su vez, se observa una elevada tasa de deforestación de bosques y selvas reduciéndose día a día la superficie de esas “fabricas de agua” (que recargan de manera natural nuestros acuíferos). Expresando en palabras sencillas lo anterior: mientras no se cambien prácticas y cultura del agua actuales, ésta tenderá a ser mas cara y mas escasa para ciudadanos, negocios y actividades productivas.
Tres: Pérdida de ecosistemas y de servicios ambientales relacionados a ellos.
Hoy día aproximadamente el 65% de la población vive en ciudades (y la tendencia de esta cifra irá a la alza en los años por venir); conforme la expansión de las manchas urbanas ocurre, se estarán sustituyendo ecosistemas biológicamente complejos y productivos por asfalto y concreto. La consecuencia neta de esta sustitución es la disminución de los servicios ambientales que dichos ecosistemas proveen y son vitales para nuestra subsistencia tales como la generación de oxígeno y aire limpio, la recarga de acuíferos, la creación de suelo vivo, la polinización, la regulación de temperatura, etc. Un gran espacio de nuestra atención futura deberá centrarse en entender como esta pérdida de servicios afecta a los vecindarios, negocios, cadenas de valor y como regenerar dichos servicios ambientales.
Cuatro: La disminución de poblaciones de abejas y polinizadores.
La disminución de poblaciones de abejas y polinizadores es una gran crisis silenciosa que vivimos actualmente y pocas personas tienen conciencia profunda de sus implicaciones. Aproximadamente el 70% de la reproducción de la vida vegetal en nuestro planeta se realiza por polinización, siendo esta realizada por diversos insectos donde las abejas realizan alrededor del 75% de dicha función. La disminución de hábitat y ecosistemas sanos, acompañado con el uso extensivo de agroquímicos y pesticidas ha traído como consecuencia una afectación en la salud de las poblaciones de las abejas, junto con una disminución en la masa crítica de las mismas. Comenzar a rediseñar la manera en que producimos comida y preservamos los ecosistemas deberá a futuro cambiar de un tema poético a un asunto esencial para la supervivencia.
Cinco: Energía limpia y accesible para todos
Sin duda una de las mayores áreas de oportunidad que seguirá viviendo nuestro país radicará en la transformación del modelo energético. La producción de energía local a partir de fuentes renovables (principalmente fotovoltaica), acompañado de tecnologías emergentes de almacenamiento de energía, junto con el cambio de elementos de movilidad hacia vehículos eléctricos serán nichos de oportunidad para el desarrollo de nuevos negocios y para crear puntos de apalancamiento y ventajas competitivas en las empresas.
Seis: Los vehículos eléctricos como actores que comienzan a brillar.
A mediados de año, China anunció que dejaría de producir vehículos de combustión interna a partir del 2030, a su vez Alemania e Irlanda hicieron el mismo anuncio con 2025 como fecha objetivo. Estas tres noticias tienen una enorme relevancia ya que, si la velocidad actual de recambio del parque vehicular es entre 4 y 6 años… en menos de dos ciclos de recambio los vehículos eléctricos comenzarán a jugar un rol preponderante en la manera en que poseemos y utilizamos los automóviles. Esta será sin duda una gran transformación en los años por venir que toda empresa deberá anticipar que rol jugará en ella.
El autor es Director General de la empresa Synergy Agua y Energía, socio fundador de la Universidad del Medio Ambiente y docente de la Universidad Anáhuac.