Docentes LEPSA | Especializado
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Viajar es poder ver desde otros ojos y otra perspectiva. Viajar es conocer lugares y culturas pero sobre todo, conocerte a ti mismo.
Como alumnas de la Maestría en Turismo Sostenible de la UMA coincidimos en que amamos viajar y poder hacer que otres vivan estos procesos.
Durante el mes de agosto, tuvimos la oportunidad de tener a Alonso Vera, Pata de Perro, como docente en el aula. Aprender de uno de los grandes actores del sector en el país fue toda una experiencia.
Experiencias que transforman
A lo largo de su taller de un día, Pata de Perro nos contó su historia y su proyecto. Tocó las fibras de agentes de cambio a través del turismo, provocando la reflexión. Juntas llegamos a conclusiones y reflexiones sobre por qué estamos en una maestría, en un aula conversando sobre turismo biocultural y aprendiendo cómo diseñar experiencias que transforman.
Primero, Alonso nos compartió lo que lo ha llevado a este caminar en la vida. Nos llevó de la colonia Roma, a los océanos de Nueva Zelanda y hasta los templos en la India para después preguntarnos por qué viajamos y por qué estudiamos turismo. Su narrativa, tanto en redes como en producciones y al frente de un grupo, logra sumergir a lectores y espectadores de una manera sutil en un viaje que lleva a un lugar que visitamos con poca frecuencia: nuestro interior. Siendo capaz de tocar nuestros sentimientos y fibras muy finas como nuestros sueños y anhelos.
Juntos conversamos sobre qué es necesario para crear este tipo de experiencias. Para él, están conformadas por tres elementos: el viajero, el anfitrión y el contexto. Este último es lo que en la UMA nombramos “lugar”, entendiéndolo como un sistema vivo del que somos parte.
Así, Alonso nos compartió cómo diseña sus experiencias a partir de cuatro “sencillas” preguntas: qué comer, dónde dormir, qué hacer y qué comprar. Sin embargo, el arte está en tejer las respuestas con un objetivo en mente: crear una experiencia única que conecte al viajero con el lugar.
Amo México – un país en 100 experiencias
Uno de los momentos más interesantes fue la presentación del nuevo libro de Alonso: la guía Amo México. La pandemia, como para todos, resultó ser un punto de inflexión en su camino. Decidió apostarle a su pasión por México y aterrizar las mejores experiencias que había vivido, uniendo a los mexicanos a través de este amor por nuestro país.
Amo México es un libro que reúne 100 experiencias únicas, desde viajar en el tiempo en el Museo del Desierto en Sonora, correr con los Rarámuri, sumergirte en un sueño surrealista en el jardín de Edward James, navegar el Cañón del Sumidero o realizar una travesía del volcán hasta el mar. Siempre ilustrando la riqueza natural y el maravilloso patrimonio biocultural de nuestro país.
Además, Amo México resulta una de esas obras que inspiran a hojearse cuando se tiene un rato libre, brindando la posibilidad de transportarse a rincones y aventuras inigualables con sólo abrir sus páginas. Es uno de esos elementos de los que salen las mejores ideas para las próximas aventuras.
Lo que nos deja Pata
Reflexionamos sobre varias cuestiones, como que el lugar es un estado de ánimo y que como viajeros, necesitamos acudir con apertura y respeto para poder experimentar la magia de cualquier viaje. Y así, llegamos a conclusiones poderosas, tales como la necesidad de tener profesionales bien formados en el sector. Se requieren especialistas en turismo sostenible que seamos capaces de gestionar el turismo biocultural como una herramienta de conservación del patrimonio. El turismo como medio para que los anfitriones y las comunidades se apropien de sus territorios y los compartan con orgullo. Ya que el turismo no debe verse como un fin, sino como un medio y una herramienta que contribuya al bienestar de los destinos.
Coincidimos en una cosa: Amamos México, lo cual resulta nuestra fuente de entusiasmo para soñar y trabajar por el turismo. Experiencias como esta, tener a Pata en el aula de la UMA, nos motivan y reafirman nuestra convicción y nuestro propósito.
Resulta admirable la trayectoria del Pata, quien como nosotras, ha apostado todo por el turismo, incluso arriesgando su estabilidad. Pero al final, conectar con lo que ama y darle alas, lo ha llevado a donde está hoy, compartiendo a nivel internacional un proyecto sobre el turismo biocultural en México. Terminó la cátedra con una frase muy al estilo Pata de Perro:
aviéntate al precipicio y construye las alas en el camino.
Nota escrita por: Naomi Garciamoreno (Directora de Villas Malaki, Playa Blanca, Zihuatanejo y estudiante de la Maestría en Turismo Sostenible de la Universidad del Medio Ambiente)
“Las opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad del autor y pueden no coincidir con las de la Universidad del Medio Ambiente”