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El problema del plástico. A pesar del efecto perjudicial del plástico en nuestro planeta, su popularidad parece inquebrantable.
Dado que es fácil de producir e increíblemente versátil, hay pocos incentivos para que las industrias cambien a materiales diferentes.
Esto se ha visto agravado por el hecho de que no ha habido ningún instrumento jurídico internacional completo que prohíba la contaminación por plástico. Sin embargo, parece que esto va a cambiar en un futuro próximo.
Un tratado mundial sobre el plástico
En su quinta sesión, la Asamblea de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEA 5.2), los gobiernos presentes acordaron negociar un tratado internacional vinculante para prevenir y remediar la contaminación por plásticos.
En concreto, 175 Estados aprobaron una resolución denominada “Poner fin a la contaminación por plásticos: Hacia un instrumento jurídicamente vinculante.
Contiene un mandato para que los países negocien un tratado que, entre otras cosas, promueva la producción y el consumo sostenibles de plásticos, así como medidas de cooperación internacional para reducir la contaminación por plásticos en el medio marino.
Resulta interesante que el mandato ordene explícitamente al comité de negociación encargado de redactar el texto final del tratado que tenga en cuenta los conocimientos de los pueblos indígenas en el proceso de redacción.
Es la primera vez que se reconocen los conocimientos tradicionales de este tipo en este estado de la negociación de un tratado medioambiental internacional.
Logotipo de la Asamblea de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente
Negociación en materia de plásticos
Las partes interesadas no gubernamentales van a participar intensamente en el proceso de negociación del tratado.
Este ha sido un resultado importante de la primera reunión del Grupo de Trabajo de Composición Abierta, celebrada a finales de mayo, en la que se debatieron las normas de procedimiento para el proceso de negociación.
La implicación de los “pueblos indígenas”, pero también de los “trabajadores en el ámbito informal y cooperativo”, cuyos conocimientos deben tenerse en cuenta a la hora de redactar el texto final según la Resolución, tienen por tanto una posibilidad real de participar directamente en el proceso.
Corresponderá al Comité Intergubernamental de Negociación, cuyos trabajos comenzarán a finales de este año, asegurarse de que estas partes interesadas sean incluidas y escuchadas adecuadamente.
Normas existentes
El marco jurídico actual para contener la contaminación por plásticos en todo el mundo es, en el mejor de los casos, fragmentario, y no existe en la mayoría de los ámbitos.
Paradójicamente, la Resolución llama explícitamente la atención sólo sobre la contaminación plástica marítima, a pesar de que, como se ha mencionado anteriormente, se ha indicado que la contaminación microplástica en el suelo podría ser igual de frecuente.
Además, existen normas jurídicas en algunos ámbitos de la contaminación oceánica. En concreto, la contaminación por plástico procedente de los buques está regulada por instrumentos internacionales como el Convenio MARPOL (Convenio Internacional para Prevenir la Contaminación por los Buques), que regula el vertido de plástico desde los buques.
La contaminación por plásticos
Aunque el Convenio tiene una importante laguna (no se prohíbe el vertido de plásticos si se han tomado todas las precauciones razonables para evitar esa pérdida), el verdadero problema, como en la mayor parte del marco jurídico existente sobre la contaminación por plásticos, es la falta de aplicación.
Los países de abanderamiento hacen poco uso de su poder para evitar que sus barcos arrojen residuos plásticos al mar.
Por otro lado, las fuentes terrestres de contaminación por plásticos no están sometidas a ningún tipo de regulación mundial.
Los plásticos están en todas partes
La firma del tratado final no puede llegar lo suficientemente rápido a la luz de la crisis mundial de los plásticos. Sólo en Estados Unidos se tiran 22 millones de botellas de plástico cada hora.
El uso del plástico es especialmente problemático, ya que es difícil de reciclar y tarda aproximadamente 400 años en descomponerse.
Incluso si el plástico se descompone, esto da lugar a microplásticos. Los microplásticos ya se encuentran en todas partes: en la nieve nueva de la Antártida, en las profundidades del mar e incluso en el torrente sanguíneo humano.
En el océano Pacífico se han acumulado dos manchas de residuos plásticos del tamaño de Francia cada una, y se calcula que en 2050 habrá más plástico en el océano que peces.
Pero no sólo el océano ha sido víctima de la intensa contaminación plástica: Investigadores alemanes sugieren que la contaminación por plástico en el suelo podría ser de cuatro a 23 veces mayor que la contaminación por plástico marino.
Además, el simple reciclaje del plástico no es una solución sostenible al problema. En primer lugar, el plástico es termoestable o termoplástico.
Sólo este último puede reciclarse, pero también sólo con la condición de que no esté sucio.
Además, la propia producción de plástico tiene un coste inmenso para el medio ambiente.
Conclusión
Aunque el alcance exacto de la contaminación no está claro, se reconoce que se trata de un proceso que utiliza muchos combustibles fósiles, ya que la extracción de los combustibles fósiles que luego se convierten en plástico requiere inmensas cantidades de energía y contamina el suelo, el aire y el agua.
Fuentes consultadas:
Escrito por Sophie Köck, voluntaria en la Universidad del Medio Ambiente haciendo una investigación de derecho ambiental internacional.
“Las opiniones expresadas en este articulo son de exclusiva responsabilidad de los autores y pueden no coincidir con las de la Universidad de Medio Ambiente”.