Redefiniendo la sostenibilidad: del decir, al ir siendo
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agosto 7, 2023La importancia de la restauración ecosistémica en el contexto de la crisis climática se suma como una propuesta que revitaliza los sistemas vivos naturales. El presente artículo tiene el fin de exponer los alcances de la restauración ecosistémica y la importancia que tiene la gestión y trabajo desde lo colectivo.
Hoy en día, nos encontramos en una encrucijada ecológica sin precedentes. Los continuos desafíos impuestos por el cambio climático, sumados a la rápida degradación de nuestros ecosistemas, exigen respuestas tanto innovadoras como efectivas. Y una de las soluciones más prometedoras es, sin duda, la restauración ecosistémica.
¿Qué se entiende por restauración ecosistémica?
Comenzando por sus fundamentos, la restauración ecosistémica no es un mero acto de plantar árboles o limpiar cuerpos de agua. Va mucho más allá. Representa un esfuerzo por retornar la vitalidad, la funcionalidad y, sobre todo, la salud a ecosistemas que han sido deteriorados, dañados o destruidos.
Esta misión no solo es una cuestión ambiental, es también una cuestión de supervivencia. Nuestros ecosistemas son infraestructuras naturales que nos brindan servicios esenciales como lo son agua, alimentos, refugio y medicinas.
Razones para la restauración
La crisis climática intensifica la urgencia de estos esfuerzos. Los eventos extremos, como las sequías prolongadas y las inundaciones impredecibles, son manifestaciones tangibles de un clima alterado (WWF, 2022).
Sin embargo, los ecosistemas como humedales, bosques y praderas –cuando están saludables–, actúan como verdaderos héroes silenciosos en este escenario, pues funcionan como sumideros naturales de carbono, capaces de capturar y almacenar enormes cantidades de CO2, mitigando así el efecto de los gases de efecto invernadero.
Además, estos ecosistemas ofrecen barreras naturales contra eventos climáticos extremos, reduciendo la vulnerabilidad de las comunidades cercanas.
Mi experiencia personal
Ahora, permítanme llevarlos a un viaje personal que reafirmó mi convicción en la restauración ecosistémica. Hace algún tiempo, tuve el privilegio de ser parte de un proyecto de restauración en un humedal, ubicado en la ribera del Río Bogotá.
Para empezar, este proyecto, más que una serie de acciones técnicas, fue una lección profunda sobre la naturaleza interconectada de nuestro mundo. Durante la etapa inicial, comprendí la necesidad de un diagnóstico meticuloso. Sin un entendimiento claro del daño, de las causas subyacentes y de las dinámicas ecológicas, cualquier esfuerzo de restauración sería superficial.
De manera que, la planeación adecuada y la definición de roles del equipo de trabajo resultaron ser pilares para avanzar con precisión y eficiencia. Sin embargo, más allá de la ciencia y la técnica, lo que marcó profundamente el curso del proyecto fue la comunidad y otros grupos de interés.
Restauración y comunidad
La restauración para ser verdaderamente efectiva, debe ser un esfuerzo colectivo. La inclusión de la comunidad local no solo aporta fuerza laboral, sino sabiduría ancestral, conocimiento profundo del terreno y, lo más importante, una conexión emocional con el ecosistema. Esta conexión garantiza la sostenibilidad de los esfuerzos de restauración a largo plazo.
Es esencial mencionar la vitalidad de los modelos de financiación público-privados en este proceso. La restauración ecosistémica es, indiscutiblemente, una inversión para el futuro. Pero es una inversión que requiere recursos y compromiso ahora.
Por ejemplo, la misión del equipo de investigación es el monitoreo y evaluación progresiva de las especies plantadas, la identificación las plagas y enfermedades y el retorno de especies específicas al ecosistema.
Conclusiónes
Mientras avanzamos en este camino, es crucial juntar lazos de experiencias aprendidas. Latinoamérica, con su vasta biodiversidad y rica naturaleza cultural, ha sido cuna de innumerables proyectos de restauración.
Además, se deben tejer relaciones, aprender de las experiencias de otros, y, sobre todo, asegurarnos de no repetir errores del pasado. Aunque cada ecosistema y comunidad poseen particularidades únicas, las lecciones aprendidas en un rincón de nuestro continente pueden iluminar esfuerzos en otro.
Referencias
Secretaría Distrital de Ambiente (2023). (2023, 4 de agosto). Humedales. Disponible en: https://www.ambientebogota.gov.co/humedal-el-burro
WWF (2022). Informe Planeta Vivo 2022: Hacia una sociedad con la naturaleza en positivo. Disponible en: https://wwfes.awsassets.panda.org/downloads/descarga_informe_planeta_vivo_2022.pdf
Escrito por Sergio Alfredo Silva estudiante del diplomado de Restauración de Ecosistemas en Zonas Urbanas generación 2023 .
Editado por Mariana Sandoval Ávila estudiante de la maestría en Agroecología y Sistemas Alimentarios Regenerativos de la generación 2022.
Las opiniones incluidas en este artículo son responsabilidad de quien las escribe, y no reflejan la postura, visión o posición de la Universidad del Medio Ambiente.