Educación Ambiental para el Desarrollo Sostenible
febrero 26, 2022TURISMO REGENERATIVO: HERRAMIENTAS DE GUIANZA E INTERPRETACIÓN
marzo 1, 2022Cuando entré a Universidad del Medio Ambiente, una de las primeras actividades que tuvimos que hacer en la clase de Educación Ambiental fue escribir una narrativa sobre nuestro trayecto educativo. Se trataba de poner atención a nuestra propia experiencia para aprender de ella, reconociendo las condiciones que habían facilitado nuestro aprendizaje como una fuente de inspiración, y usar la indignación que nos provocaba recordar experiencias desagradables como un modo de resistencia. ¡Fue un ejercicio revelador!
Afortunadamente, mis padres promovieron y posibilitaron que yo jugara al aire libre. Fui a una escuela que estaba en medio del bosque y que tenía una propuesta innovadora de educación ambiental. Recuerdo el camino a la escuela en las mañanas, en donde veía cómo los rayos de luz se colaban entre los árboles y me ofrecían un espectáculo de magia.
A veces, en los recreos recogíamos piñones, o hacíamos pastelitos de lodo. Desde chica, fui muy contemplativa y dada a las artes visuales, por lo que dibujar fue una manera de entender y de expresar ideas que no sabía cómo verbalizar, o que muy probablemente, no tenían traducción en un lenguaje hablado.
Tras completar este ejercicio, comprendí el gran acierto que fue haber crecido en un campo fértil, en donde la contemplación de la naturaleza me trastocó más de una vez. La curiosidad, el asombro, la belleza y la creación fueron valores que tuve muy de cerca en mi trayecto educativo, especialmente en mi niñez.
Pensamiento artístico
La idea de que el arte tiene un lugar importante en la educación para la sostenibilidad puede resultar debatible. A lo largo de la historia la sustentabilidad suele dejar a un lado a las artes porque son subjetivas. ¡Y por supuesto que el raciocinio y la ciencia son importantes para analizar y solucionar los problemas socioambientales!…pero no es lo único.
La espiritualidad, conciencia, creatividad artística, pensamiento abstracto, y la razón reitera que nuestra especie es compleja y eso puede ser parte de un futuro sostenible. La expresión artística es una herramienta potente para educar nuestro pensamiento sistémico.
Educación artística
Por otro lado, el discurso de que las artes son meramente decorativas y poco útiles, se traslada a la tradición educativa, donde a menudo se considera menos importante. Se repasan conceptos de manera superficial , en donde se deja fuera la reflexión, la duda, la imaginación, la intimidad y la pertenencia.
Pienso que si tomamos a la sustentabilidad como un problema que tenga que ser resuelto, la solución tomará la forma de una única manera de vivir, laxa de significados y vínculos con el entorno y el mundo no-humano.
Para reconocer el potencial del Arte en la Educación para la Sostenibilidad, habrá que descartar la idea de que el arte es meramente decorativo y solo sirve para maquillar la realidad.
Si la experiencia estética tiene la fuerza para vincularnos con el mundo exterior, entonces los artistas pueden tener un papel clave como agentes de cambio desplegando preguntas y situaciones complejas, sin hacer referencia a un problema y sin brindar soluciones únicas.
El poder del arte
El arte tiene un poder transformativo: lo que hay a nuestro alrededor se puede convertir en otra cosa a través de nuestra mirada y escucha. Por ejemplo, nuestro entorno se puede convertir en mucho más de lo que dicta su plasticidad cuando se vislumbra la red de valores, significados y sueños que yacen en un territorio. Nuestro vínculo con lo socioambiental surge de nuestra participación en el mundo, de nuestra experiencia y de las narrativas que se despliegan.
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Escrito por: Maite García Vedrenne