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agosto 18, 2022Cuando escuchamos la palabra “voluntario”, pensamos en una persona que tiene la disponibilidad de tiempo de destinar sus talentos a alguna actividad de forma gratuita, pero el impacto de sus contribuciones va mucho más allá cuando colaboran con organizaciones que tienen un fin social o ambiental. Aquí es donde su voluntad puede adquirir más poder.
El Voluntariado
El voluntariado es en esencia una actividad guiada por sentimientos de altruismo, solidaridad, responsabilidad política y social; es un medio para dar respuesta a las necesidades, problemas e intereses de una comunidad pues supone un compromiso para mejorar la vida colectiva. Existen tantos tipos de voluntariado como necesidades en una sociedad, tanto a nivel local como internacional.
La globalización está creando nuevos vínculos entre las personas y las organizaciones, ahora es posible cultivar relaciones desde la base gracias al enorme avance de las comunicaciones. Los voluntarios entablan relaciones de muchas maneras, tanto en el mundo virtual como en persona, y están desarrollando un gran número de estrategias y tácticas para acceder a espacios nuevos donde tienen lugar los debates mundiales y se toman las decisiones.
Por ejemplo, con el voluntariado ambiental puedes implicarte directamente en la conservación del medio ambiente y la sensibilización de la población respecto a la naturaleza, la sostenibilidad y el equilibrio ecológico del planeta. Participando en proyectos de voluntariado comunitario puedes incidir en el desarrollo y la cohesión de tu propia comunidad mediante actividades educativas, de ocio y tiempo libre, recreativas, deportivas, y culturales.
La voluntad en las OSC
Por su lado, las Organizaciones de la Sociedad Civil (OSC), siguen esta misma lógica, son agrupaciones constituidas por individuos, que pueden realizar actividades de defensa y respeto a los derechos humanos, a la naturaleza, de apoyo o asistencia a terceros sin fines de lucro ni de proselitismo partidista, político-electoral o religioso, que no persiguen beneficios personales sino sociales y comunitarios.
Las OSC han sido desde siempre el ámbito por excelencia para el desarrollo del trabajo voluntario, no sólo brindando las oportunidades de participación, sino también a través de su promoción y capacitación. No existe una relación directa con la edad o formación de los voluntarios sino que se refieren en su mayoría a cuestiones éticas y de valores. Los requisitos más frecuentemente mencionados son: “estar de acuerdo con la misión de la institución”, “compartir el espíritu”, “tener iniciativa y responsabilidad”; radican en su voluntad.
El voluntariado puede ser hecho en pequeñas dosis y exige menos compromiso de tiempo a un rol de trabajo tradicional, esencialmente su origen responde al derecho de todo miembro de la sociedad de ejercer su participación ciudadana como la clave para la existencia de una mayor corresponsabilidad de los gobiernos y los ciudadanos. Por lo tanto, la participación voluntaria se vuelve un aspecto fundamental en la operación y crecimiento de estas organizaciones a través de su voluntad.
Los voluntarios en números
Alrededor del mundo 140 millones de personas en 36 países se voluntarían, si las agrupáramos representaría al país más poblado; su trabajo equivaldría a 400 billones de dólares en PIB, y estaría entre las 25 economías más grandes del mundo. La historia de la participación ciudadana y el voluntariado en América Latina es prolongada, los movimientos campesinos, los sindicatos y las organizaciones de mujeres han contribuido a una economía política llena de vitalidad.
De acuerdo al INEGI, en México, dos millones 68 mil personas mayores de 15 años destinan su tiempo a organizaciones sin fines de lucro, el 57.7 por ciento lo hacen de forma solidaria, sin recibir una remuneración. Para dimensionar el valor económico, en 2017, ascendió a 128 mil 606 millones de pesos, con lo que, en promedio, cada voluntario aporta a su organización el equivalente a 62 mil 200 pesos.
Además de ayudar a optimizar los recursos financieros, el trabajo aportado por los voluntarios permite mejorar las tareas de la organización y la calidad de los servicios, llegar a más beneficiarios, e incluso se pueden conformar redes y coordinar acciones con instituciones del Estado y con empresas para brindar servicios sociales a quienes más lo necesitan.
Voluntad como oportunidad latente
La participación activa de estos voluntarios dentro de las organizaciones, también ofrece un visión no contaminada del sistema al que ingresan. Por lo anterior existe una oportunidad latente de mejorar la cultura organizacional a través del codiseño con las diversas estructuras que conforman el equipo de trabajo.
Asimismo, el voluntariado puede adquirir cada vez más importancia como herramienta de expresión de las personas que forman parte de comunidades excluidas o marginadas, y como medio de acceso a los servicios, los recursos y las oportunidades que necesitan para mejorar su vida, si esta actividad se refuerza con políticas e inversiones de desarrollo que se centran en las personas ofrecen un potencial sin explotar para el desarrollo sostenible.
La Organización de las Naciones Unidas postula el voluntariado como recurso y vehículo adicionales para que las destrezas, los conocimientos y la competencia técnica impulsen la voz y la participación, la responsabilidad y rendición de cuentas y la receptividad como pilares principales de la buena gobernanza.
Herramienta de cambio social
Los ciudadanos conscientes de su realidad y decididos a sumar voluntades, compartir objetivos y realizar acciones para que ellos, sus familias y comunidades puedan vivir mejor son la base fundamental para impulsar el desarrollo. Tienen en las organizaciones de la sociedad civil (OSC) su mayor y más valiosa herramienta de cambio social.
El gran diferenciador del modelo educativo de Licenciatura en Emprendimiento y Proyectos Socioambientales es que los estudiantes aprenden en proyectos reales. Cada semestre de primavera los estudiantes participan durante 3 meses como voluntarios en organizaciones donde aplican los conocimientos adquiridos en clases. El primer y segundo año colaboran en proyectos en Valle de Bravo, y el tercer y cuarto año en proyectos aliados de la UMA en Latinoamérica y el mundo.
¡El poder para cambiar el mundo, es tu voluntad!
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Escrito por Brenda Magaña estudiante de la Maestría en Administración de Negocios Socioambientales, generación 2021 y docente de Modelos Organizacionales de Voluntariado para LEPSA.
Las opiniones incluidas en este artículo son responsabilidad de quien las escribe, y no reflejan la postura, visión o posición de la Universidad del Medio Ambiente.