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noviembre 27, 2022Por Edgar Alan Flores Paredes, estudiante de la Maestría en Innovación Educativa para la Sostenibilidad y asistente del área de Innovación Educativa.
Día Nacional de la Conservación
A partir del año 2001 se conmemora cada 27 de noviembre el Día Nacional de la Conservación, el propósito de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales ha sido el de reconocer la basta diversidad de ecosistemas mientras se procuran los bienes naturales del territorio mexicano.
Hoy en día México cuenta con 182 Áreas Naturales Protegidas (ANP) de las cuales: 67 son Parques Nacionales, 5 son Monumentos Naturales, 8 son Áreas de Protección de Recursos Naturales, 40 sitios son Áreas de Protección de Flora y Fauna, 44 áreas son Reservas de la Biósfera y 18 áreas son Santuarios.
Reserva de la Biósfera, Tehuacán, Puebla.
Las razones de restringir el acceso y uso de la flora, fauna y otras bondades ambientales tiene como objetivo preservar las cualidades originales de estos territorios; además de mantener la naturaleza para las futuras generaciones, pues también se pretende considerar el potencial de las actividades económicas, espirituales -como actividades religiosas-, recreativas, científicas y educativas.
De esta manera, el acto educativo en las Áreas Naturales Protegidas es uno de los engranes que mantiene en funcionamiento a la continua preservación de los ecosistemas mediante el vínculo de cuidado que se crea entre las personas que las visitan y la naturaleza del lugar.
Escuela de Tosepan Titataniske, Cuetzalan del Progreso, Sierra Norte de Puebla.
Ahora bien, ¿cómo hacer Educación Ambiental en las Áreas Naturales Protegidas?
A continuación te comparto una serie de estrategias valiosas que me han servido para desarrollar incursiones educativas en las Áreas Naturales Protegidas para que tu también te animes a diseñar y a crear tu propia experiencia educativa en el sitio natural que más desees.
Cinco Lagos, Lagos de Montebello, Chiapas.
Conocer el territorio
Como paso primordial, es importante indagar a profundidad el territorio donde se piensa hacer Educación Ambiental, entre más se identifican las bondades ambientales y los privilegios bio-culturales, más se dispone de herramientas que permitan interactuar con el entorno y crear experiencias profundas con los educandos.
Saber los motivos principales por lo cuales se protegen esos territorios son fuentes potenciales para desarrollar actividades que involucren el cuidado de dichas bondades.
Relevancia y contexto
Ahora es necesario identificar las intenciones de crear estrategias educativas que permitan el contacto íntimo en la naturaleza, aquí te comparto una serie de preguntas detonantes que ayudan a aclarar la visión de cualquier actividad en las Áreas Naturales Protegidas:
¿qué deseo que aprendan? ¿qué estoy dispuesto a aprender con mis educandos? ¿qué bondad ambiental quiero destacar de mi actividad? ¿cómo podrán aplicar esto en su vida cotidiana? ¿cómo despertar su sentido de que algo es importante?
Un ejemplo valioso que me ha ayudado a diseñar actividades de aprendizaje, ha sido imaginar si yo realizara mi mismo taller u actividad, sobre todo, ser honesto con uno mismo y descubrir oportunidades de mejorar la flexibilidad de la dinámica y priorizar la diversión y el contacto como herramientas clave para hacer un aprendizaje entretenido.
Tala ilegal en las faldas del volcán Popocatépetl, Puebla.
Co-diseñar con las y los educandos
Saber las intenciones de tu estrategia te puede ayudar a tener en claro tu situación actual y la de tus educandos. Cuando analizas la relación que tienen con el medio ambiente, es más fácil reconocer una estrategia adecuada y así decidir si lo que prefieres hacer es una actividad lúdica, o ejercicios de concientización, o tal vez de exploración del entorno.
Es importante escuchar a las y los educandos, las experiencias profundas en la naturaleza son el resultado de aprender a partir de lo que se admira, lo que se valora y aquello que no se logra entender del todo, es por esto que, entender los intereses colectivos e individuales antes de hacer educación en las Áreas Naturales Protegidas permite una visión más clara sobre el potencial de cada actividad educativa.
Actividades lúdicas
Es usual que el contacto con la naturaleza profunda ya no es común entre la mayoría de la población, por lo tanto, cuando se visita algún Área Natural Protegida es normal el asombro en las personas, ya que representa una disrupción ante las urbes.
Las actividades relacionadas al juego, a la movilidad, que fomentan la exploración y la interacción con el medio natural nos acercan a una de las maneras más efectivas del aprendizaje. Cuando se juega, la mente explora soluciones y alternativas alejándose de los riegos posibles y así, permitiendo la asimilación del entorno como algo cercano y seguro.
Santa Cruz Cuautomatitla, Bosque colindante con el volcán Popocatépetl, Puebla.
Diálogos
Una parte importante de asimilar el aprendizaje propio y el de los demás, es el de poder escucharse. La creación de círculos de diálogo antes y después de una actividad educativa incentiva la comparación entre lo que se sabía o creía antes en los educandos, y lo que transforma después de la interacción con la naturaleza.
Cuando los educandos se sientes escuchados, refuerzan el aprendizaje colectivo y se genera un sentido de importancia comunitaria sobre los mismos sitios naturales.
Educar con el ejemplo
Como último punto que considero relevante es el de apropiarse de la experiencia de hacer educación en la naturaleza, además de lograr actividades entretenidas, significativas y colectivas, también se aprende a partir de la reproducción de comportamientos.
Cuando se educa para el cuidado de la naturaleza a través de actos de cuidado al entorno, es más fácil que las personas lo reproduzcan, lo mismo pasa cuando somos congruentes con nuestras acciones y repercusiones ambientales.
Lo que aquí se pretende evitar es en creer que la educación ambiental se logra solo por contactos esporádicos con la naturaleza. Se trata de crear situaciones que permitan concientizar la realidad actual de los medios naturales e incentivar el actuar a través de la cotidianidad, de los hábitos.
Por esto se que es importante ejercer a partir del cuerpo propio, ser el ejemplo de que nosotros mismos podemos ser y hacer el cambio.
Fotografías: Autoría propia.
Apoyos complementarios:
SEMARNAT | Día Nacional de la Conservación
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