La Especialidad en Restauración Ecosistémica
septiembre 13, 2022Docentes LEPSA | Especializado
septiembre 14, 2022Después de la pandemia por COVID-19, las estadísticas sobre enfermedades de salud mental han aumentado considerablemente. Si anteriormente era un tema relevante para la sociedad, ahora se ha vuelto una prioridad para muchas personas y comunidades. Sin embargo, no todas las personas tienen acceso a servicios de salud mental, lo que provoca que no obtengan la ayuda que necesitan para tratar cualquier enfermedad o conseguir un bienestar emocional. Esto siempre ha sido un problema de salud pública, por lo que la prevención es fundamental, así como encontrar soluciones para poder tener la salud emocional que necesitamos.
La naturaleza como fuente de bienestar
Por muchos años una fuente sustancial de bienestar mental ha sido el contacto con la naturaleza, ya que el contacto con ella reduce nuestro nivel de estrés porque baja los niveles de cortisol y aumenta nuestros niveles de endorfinas. Y durante casi dos años de confinamiento y aislamiento por el virus del SARS-Cov-2 muchas personas encontraron una aliada en la naturaleza. Salir a caminar a un bosque, contemplar la vegetación en un parque, cuidar una planta, cuidar un huerto, escuchar el agua de un río, entre otras actividades, empezaron a ser acciones de mayor relevancia de la que contaban antes. Ahora, hemos reconocido los beneficios de pasar tiempo afuera, al aire libre, y esto revela una vez más cómo nos beneficiamos de la naturaleza de múltiples formas y que vale la pena evaluar en qué forma nuestras decisiones y acciones impactan negativamente al planeta.
Servicios ecosistémicos que nos brindan bienestar
Los servicios ecosistémicos nos proveen de recursos naturales o experiencias que abonan a nuestro bienestar y calidad de vida. Ahora más que nunca se valoran estos beneficios por lo que representan para la prevención y tratamiento de enfermedades de salud mental. El acceso a la naturaleza es gratuito, fácil de encontrar y se ha vuelto una herramienta básica para contrarrestar la ansiedad, depresión, estrés, entre otras enfermedades que aumentaron con la pandemia. Esto nos pone a reflexionar en la importancia de no perder contacto con la naturaleza pues, culturalmente, hemos creado dinámicas que nos distancian de ella. Perder esta conexión nos desprende de una parte de lo que somos: una especie más de este planeta.
Debido a la larga exposición que tenemos a la tecnología en nuestros días y el tiempo que pasamos dentro de cualquier espacio, actualmente existen tendencias que corrigen este rumbo y nos invitan a pasar más tiempo en el exterior. Esto responde a la necesidad descrita anteriormente, sobre todo a la prevención y a la necesidad de reconectar con la naturaleza para protegerla. Por lo que cada vez es más relevante tener estilos de vida con rutinas que integren la interacción con la naturaleza y que nos ayuden a apreciar la biodiversidad que nos rodea.
Proyectos formativos que dan prioridad a la conexión con la naturaleza y la salud mental
El contacto con la naturaleza se puede lograr desde la educación o los proyectos formativos. Aquellos proyectos que incluyen pasar tiempo en el exterior y cuidar el entorno son una inversión tanto para el planeta como para los seres humanos. En este caso estamos hablando sólo de un beneficio que es la salud mental, pero hay miles. Cualquier proyecto que nos genere un apego a un área o lugar natural nos hace crecer queriendo proteger ese y otros espacios parecidos porque para nosotros son importantes. Esto puede ser un elemento sumamente relevante para la conservación de la biodiversidad, sobre todo porque actualmente la salud mental es ya una prioridad para los proyectos educativos y la reconexión con la naturaleza también debe serlo.
Un ejemplo en mi experiencia personal ha sido la UMA. Tengo un semestre en esta universidad y veo que estos dos elementos son parte de las prioridades en toda la comunidad escolar y en el modelo educativo. Consiste en unir el desarrollo profesional, el cuidado del medio ambiente y el bienestar emocional. Tomar clases en espacios abiertos en la naturaleza hace que estudiar y obtener un título académico, que puede ser causa de mucho estrés para muchas personas, sea un proceso mucho más amigable y de mayor disfrute. Por esta experiencia, creo que es muy valioso replicar estas ideas e integrar en cualquier proyecto socioambiental la conexión entre la naturaleza y la salud emocional.
Todas las maestrías en la UMA te permiten desarrollarte tanto profesionalmente como personalmente, empatando las dos cosas y entendiendo qué necesita una dimensión de la otra. La Maestría en Proyectos Socioambientales te permite integrar la regeneración ambiental, social y personal a cualquier proyecto que tengas ya en marcha o que tengas en mente. Además, puedes elegir los seminarios que quieras tomar para diseñar una Maestría que se ajuste a tus necesidades. Abre inscripciones una vez al año. Así que, si quieres recibir información relevante sobre el área de Proyectos Socioambientales suscríbete al boletín de la UMA.
Escrito por Luisa Fernanda Quinzaños Gutiérrez, estudiante de la Maestría en Proyectos Socioambientales, generación 2022. UMA
Las opiniones expresadas en este articulo son de exclusiva responsabilidad de los autores y pueden no coincidir con las de la Universidad de Medio Ambiente.