Aprender es más fácil con el juego
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La educación tradicional hoy está viviendo una batalla. Porque cuando nos dicen “tradicional” llevamos nuestra imaginación directo al aula, pizarrón verde, gises que enchinan la piel y un metro de madera. En la escena se presenta la maestra con lentes, muy bien peinada, mirando con severidad a los alumnos que están sentados, todos mirándola a ella. Es la imagen de la educación tradicional.
Innovación educativa
La educación más tradicional nos puede causar repulsión. Y la mayoría diremos que somos modernos. Diremos que preferimos Montessori, Waldorf, Reggio Emilia, Unschooling, Forestschool, etcétera, etcétera. En otras palabras, nos dará orgullo decir que preferimos “la educación menos tradicional”.
Pero la educación más tradicional y la moderna viven una batalla que puede ser engañosa. Entonces, la modernidad nos alcanza y pensamos de rompemos paradigmas, pero en realidad nos vamos poco a poco acomodando o estancando en otros: una forma inmóvil de educación.
Tal vez muchas personas no hayamos mirado a la educación como uno de los procesos más inherentes al ser humano. Aprendemos todas las personas, vayamos o no a la escuela. Y, así, también nos gusta compartir aquello que nos apasiona, lo que conocemos. Nos gusta sentir que hay alguien ahí para escucharnos. Esta es la educación viva, la educación más tradicional de todos los tiempos.
Tradición educativa: que además de lo bueno y malo, hay un universo en medio
La educación más tradicional de la humanidad, es esa que se comparte alrededor del fuego y luego en la cocina, en el hacer la salsa de la abuela o el tecito de toronjil para calmar el nervio. La educación más tradicional sale también a las calles, cuando andamos por la vida, haciendo nuestras batallas. Las batallas internas y las externas.
Es que hemos puesto en una sola caja a la educación tradicional: la caja de lo malo, y en una sola caja a la nueva educación: la de lo bueno. Pero en la Universidad del Medio Ambiente aprendemos que también cuenta todo lo de en medio: lo que no nombramos. Es eso lo que queremos ver. Todas las formas de educación, todas las posibilidades que hay entre lo tradicional y lo nuevo. Porque la educación más efectiva es la que está en movimiento. Suavemente danzando entre lo tradicional y lo moderno.
Y es que, como Godard lo dijo, lo clásico es igual a lo moderno. ¿Qué innovaciones educativas estamos haciendo? ¿Cómo nos entregamos al verdadero movimiento educativo?
UMAfest: la fiesta del aprendizaje en la UMA
Hace una semana terminaba el primer UMAfest. El festival que las personas que estudiamos en la UMA quisimos hacer, sin que nadie lo pidiera. Y fuimos partícipes de una gran experiencia de innovación educativa de la Universidad del Medio Ambiente, porque este festival se hizo para celebrar el aprendizaje continuo. Hacer una fiesta para aprender ha sido de las mejores experiencias que la UMA nos ha permitido hacer.
El agua
El agua fue el eje, y las comunidades de aprendizaje que se generaron en el UMAfest hicieron de nuestros ojos, espejos. Nos miramos unas a otras como personas que verdaderamente, y con el corazón, están luchando por un cambio. Y partimos de la educación más tradicional, esa que se da de manera informal, para escuchar lo que otros actores ambientales hacen en torno al agua. Aprendimos, compartimos, escuchamos y pudimos alzar nuestra voz. ¡Qué mejor manera de tomar lo mejor de la educación más tradicional para hacer innovaciones!
Esta es la Universidad del Medio Ambiente, esta es su propuesta pedagógica. ¿Quieres saber cómo lo hacemos? ¡Inscríbete a la Maestría en Innovación Educativa para la Sostenibilidad! ¡Necesitamos más agentes de cambio para que crezca nuestra comunidad de aprendizaje y se expanda por otros rincones del mundo!
Por Eunice Véliz