
De paso por la UMA
mayo 13, 2025Una reflexión sobre neurodiversidad en mi paso por la Universidad del Medio Ambiente, UMA
A lo largo de mi proceso de aprendizaje en la UMA, he atravesado por un profundo reconocimiento de identidad, además me ha hecho entender las diversas formas sobre cómo percibo, proceso y estructuro la información. Un descubrimiento clave estas últimas semanas, después de dos intensos semestres asistiendo a los talleres presenciales, ha sido darme cuenta de que pienso y aprendo en imágenes, lo que ha implicado un cambio radical en la forma en que entiendo el mundo, un quiebre con las ideas y métodos previos. Esto me lleva a adoptar una nueva perspectiva reconfortante ante los desafíos y adaptaciones en un mundo diseñado principalmente para el procesamiento verbal y auditivo.
Principio del Pensamiento Visual:
El pensamiento visual es un rasgo que se observa en muchas personas neurodivergentes, por lo que no es exclusivo del autismo. Se trata de procesar la información principalmente a través de imágenes mentales en lugar de palabras o conceptos abstractos. Temple Grandin (1995), una de las voces más reconocidas en autismo, ha reflexionado extensamente sobre esto en su libro Thinking in Pictures. Grandin describe cómo su mente funciona como un catálogo de imágenes detalladas que le permite visualizar soluciones a problemas de manera única.
Diferenciadores neurodiversos:
-
Procesamiento visual en lugar de verbal
Muchas personas neurodivergentes piensan en imágenes antes que en palabras. Cuando escuchan una palabra o idea, evocan una serie de imágenes mentales relacionadas en lugar de conceptualizar con lenguaje interno. Ejemplo: Si se dice «gato», una persona neurotípica puede pensar en el concepto abstracto de la palabra gato, mientras que alguien con pensamiento en imágenes podría visualizar un gato específico que ha visto antes, con detalles como su color, textura y comportamiento.
-
Memoria visual (fotográfica) detallada
La memoria de las personas con pensamiento en imágenes suele ser más vívida y detallada. Pueden recordar lugares, rostros o patrones con una precisión impresionante. Esto puede facilitar habilidades en áreas como diseño, ingeniería, mecánica, arte o cualquier campo donde la visualización sea clave.
-
Dificultades con conceptos abstractos
Mientras que algunas personas autistas sobresalen en pensamiento visual, pueden tener dificultades con ideas abstractas o lenguaje figurado. Ejemplo: Frases como «se me fue el avión» pueden interpretarse literalmente, ya que no generan una imagen clara en la mente.
-
Solución de problemas no lineal
En lugar de seguir una línea de pensamiento secuencial o lógica tradicional, las personas con pensamiento en imágenes pueden «ver» múltiples soluciones a la vez. Pueden construir modelos mentales de problemas y soluciones sin necesidad de escribirlas o describirlas verbalmente.
Un ejemplo práctico alineado a mi experiencia en la Maestría de Proyectos Socioambientales:
Ahora que me enfrento al reto de diseñar un espacio comunitario sostenible, mi proceso de pensamiento sigue un camino distinto al de quienes estructuran sus ideas a través de palabras y conceptos abstractos. En lugar de eso, mi mente opera como un lienzo donde las imágenes y esquemas tridimensionales toman forma de inmediato. Antes de poder escribir una sola palabra, mi mente ya había construido una representación visual del espacio, imaginando la disposición de jardines, áreas de descanso y puntos clave para la interacción social. No solo veo los elementos por separado, sino que percibo cómo se podrían interconectar en un sistema dinámico y armónico.
Este enfoque visual, en la mayoría de las ocasiones, no sólo me permite la comunicación de la idea de otra manera, sino que me permite detectar mejoras, prever problemas de distribución y encontrar soluciones de manera más intuitiva. Al plasmar el diseño en imágenes, puedo comparar patrones con experiencias previas y realizar ajustes de forma casi instantánea. Es un proceso similar que puedo asociar a mi forma de aprender a tocar un instrumento de percusión: al observar videos de ejecución, mi cerebro capta los patrones de movimiento y ritmo de manera más efectiva que si simplemente leyera una partitura técnica. Así como el aprendizaje musical se interioriza mediante la observación y la repetición visual de secuencias, el diseño de un espacio se me facilita cuando lo construyo desde la imaginación gráfica y la experimentación mental.
Redescubriendo mi Forma de Aprender a Través de la Música
Mi experiencia personal se enriqueció cuando, en la UMA, en el eje de Agencia de cambio, dentro del laboratorio de desarrollo autodirigido de habilidades, me embarqué en el aprendizaje del steel drum, un instrumento armónico musical de percusión. El aprendizaje clave que observé de mi manera de aprender fue el asimilar que los patrones melódicos me resultaban más sencillos al ver videos de personas tocando el instrumento, en lugar de seguir instrucciones verbales o partituras. Este descubrimiento a su vez, evocó recuerdos de mi infancia, cuando aprendí a tocar el tambor de la banda de guerra sin instrucción formal y sin pertenecer a la banda de guerra, simplemente observando los ensayos de la banda y replicando los movimientos durante mis tiempos libres en la escuela.
Este descubrimiento me llevó a una profunda reflexión: ¿cuántos de nosotros habremos tenido que abandonar nuestra forma natural de aprender y comprender el mundo, esa que empleamos en la infancia? Sospecho que la mayoría. Alison Gopnik, en su obra «El Bebé Filosófico» (2009), aborda precisamente esta capacidad innata de los niños. Gopnik sostiene que «los niños son pensadores visuales naturales. Construyen imágenes mentales que les permiten dar sentido al mundo y resolver problemas intuitivamente».
Esta afirmación de Gopnik resonó en mí con fuerza. Me llevó a considerar que, a medida que crecemos, quizás perdamos o suprimimos esta habilidad fundamental. La educación tradicional, con su énfasis en el pensamiento lineal y lógico, podría estar contribuyendo a esta pérdida. Al alejarnos del pensamiento visual, ¿acaso estaremos renunciando a una herramienta poderosa para la creatividad y la resolución de problemas?.
El Reto de Traducir Información en Imágenes
Aunque el pensamiento visual ofrece ciertas ventajas, también presenta desafíos en entornos donde predomina el aprendizaje verbal y escrito. Escuchar largas explicaciones o leer textos extensos sin apoyos gráficos demanda un esfuerzo adicional para transformar esa información en imágenes mentales. Por ello, he estado en la búsqueda de adoptar estrategias más visuales como la creación de esquemas, mapas conceptuales, el uso de diagramas y la búsqueda de videos explicativos para hacer la información más accesible a mi forma de procesarla.
Perspectiva de los Tipos de Inteligencias y el Pensamiento Visual
La teoría de las inteligencias múltiples, propuesta por Howard Gardner (1994), revolucionó nuestra comprensión de las capacidades humanas al desafiar la concepción tradicional de la inteligencia como una habilidad única y generalizada. Según Gardner, no existe una sola manera de ser «inteligente». En cambio, cada individuo puede desarrollar múltiples tipos de inteligencia, como la lingüística, lógico-matemática, musical, intrapersonal, interpersonal, naturalista, y kinestésico-espacial, entre otras.
El pensamiento visual no solo se refiere a la capacidad de ver imágenes en la mente, sino a la habilidad de organizar, transformar y comprender la información a través de imágenes. Esta forma de cognición permite a quienes piensan visualmente no solo recordar detalles con gran precisión, sino también resolver problemas de manera creativa y conectar ideas que a menudo permanecen dispersas en formatos verbales o abstractos.
Avanzando hacia enfoques más inclusivos
Dentro del contexto académico, agradezco a la UMA el interés de adaptar los entornos de aprendizaje para que se reconozca y fomente una diversidad de estilos cognitivos. A medida que la educación avanza hacia enfoques más inclusivos, resulta fundamental que más educadores consideren las distintas formas de aprender y comprendan que, al igual que las inteligencias múltiples, no todos los estudiantes procesamos la información de la misma manera. Mientras que algunos pueden destacar en el análisis lógico de problemas complejos, otros podemos comprender los mismos conceptos de manera más efectiva cuando se nos presentan a través de representaciones visuales o actividades kinestésicas. En este sentido, las estrategias pedagógicas deben ser tan diversas como los tipos de inteligencia para que cada estudiante pueda aprender de manera eficaz y alineada con sus fortalezas cognitivas.
Este enfoque inclusivo no solo podría mejorar la experiencia de aprendizaje, sino que también nos prepararía para un mundo que valora las habilidades multifacéticas. La combinación de pensamiento visual y la integración de las inteligencias múltiples pueden ser particularmente poderosas en disciplinas como la sostenibilidad, en la que se requiere creatividad, resolución de problemas complejos y una comprensión holística de los sistemas.

Ilustraciones del libro: The girl who thought in pictures. Escrito por Julia Finley. Posted by Raising My Little Superheroes
Reconociendo la Diversidad: Una Analogía entre Personas y Ecosistemas
La sostenibilidad no solo se aplica a la preservación de los recursos naturales, sino también a la creación de ambientes donde las distintas formas de vida, tanto humana como no humana, puedan coexistir de manera armónica. En el eje académico de sostenibilidad de la UMA, uno de los pilares más importantes que he reconocido es el de la diversidad en los ecosistemas. Aprendemos que la diversidad biológica no es solo un aspecto deseable, sino esencial para la salud y la resiliencia de los ecosistemas. Cada especie cumple una función vital dentro de su entorno y es la interacción entre estas especies la que genera un equilibrio que permite la supervivencia y adaptación frente a desafíos.
Este principio, que observamos en la naturaleza, también tiene un paralelo en nuestras comunidades y entornos de aprendizaje. Al igual que un ecosistema saludable depende de la diversidad de especies para prosperar, nuestras sociedades y comunidades de aprendizaje pueden florecer aún más cuando reconocemos y valoramos las diferencias individuales. En el contexto educativo, la diversidad cognitiva—es decir, las diferentes formas de pensar, procesar información y abordar problemas—puede ser una riqueza invaluable. Cada mente única aporta una perspectiva diferente que, al ser compartida y combinada con las perspectivas de otros, enriquece el entendimiento colectivo.
En este sentido, el reconocimiento de la diversidad cognitiva debe ir más allá de un enfoque superficial o inclusivo; debe convertirse en un principio fundamental dentro de nuestras metodologías educativas y de colaboración. Al integrar estas diferencias, no solo enriquecemos nuestro conocimiento, sino que también construimos entornos más inclusivos, resilientes e innovadores.
Conclusión
Este viaje de autoconocimiento ha sido crucial no solo en mi formación académica dentro de la UMA, sino también en mi desarrollo personal. Redescubrir mi forma de aprender y comprender el mundo me ha permitido enfrentar de manera más efectiva los desafíos académicos y profesionales, optimizando mi energía y adaptando los métodos de aprendizaje a mi estilo cognitivo. Este proceso no ha sido solo un descubrimiento intelectual, sino también un camino hacia el entendimiento de mi neurodiversidad, lo que me ha permitido acceder a nuevas formas de aprender y conectar.
Al compartir esta experiencia, invito a todos a reflexionar sobre su propia forma de procesar la información. Así como en los ecosistemas la diversidad biológica es clave para la estabilidad, la resiliencia y el progreso, en los entornos afectivos, educativos y profesionales, tener presente la diversidad cognitiva es esencial para fomentar la innovación y el crecimiento mutuo. Al reconocer nuestras diferencias cognitivas y valorar la forma única en que cada uno de nosotros contribuye al aprendizaje y al desarrollo social, podemos construir entornos más inclusivos, equitativos y enriquecedores, donde todos tengamos la oportunidad de crecer y aportar.
Este enfoque no solo se limita al ámbito académico; se extiende a la vida familiar, profesional y comunitaria. La integración de diversas perspectivas y habilidades enriquece todos los aspectos de nuestra interacción con el mundo y es, en última instancia, lo que nos permitirá avanzar hacia un futuro más sostenible, justo y colaborativo.
Referencias:
- Alison Gopnik (2009). The Philosophical Baby: What Children’s Minds Tell Us About Truth, Love, and the Meaning of Life
- Howard Gardner (1994). Estructuras de la Mente. La Teoría de Las Inteligencias Múltiples (2a ed. en español). FCE México.
- Temple Grandin (1995). Thinking in Pictures https://www.grandin.com/spanish/autismo.pensamiento.visual.html
Por Hector David Arreola Rangel. Generación 2024. Maestría en Proyectos Socioambientales.
Las opiniones incluidas en este artículo son responsabilidad de quien las escribe, y no reflejan la postura, visión o posición de la Universidad del Medio Ambiente.