Turismo de naturaleza: Potencial que contribuye al desarrollo regenerativo e incluyente en comunidades
marzo 19, 2019Vida sustentable en México
abril 1, 2019Aunque el año pasado no estuve en el Diplomado sobre Manejo integral de agua de la Universidad del Medio Ambiente, éste me abrió las puertas para participar en un proyecto en el que viví una experiencia única.
El módulo 2 del diplomado trata sobre captación domestica de agua pluvial. Y como parte de los talleres prácticos, se programó la instalación de un sistema de captación pluvial en una escuela rural en la parte alta de Acatitlán, Estado de México, en la comunidad del Castellano.
La instalación práctica estaba programada, pero hacía falta alguien encargado de la parte ligada al entorno social.
Y fue entonces que me ofrecieron dirigir la investigación de esta área y debido a mi afinidad con el tema decidí tomarla y así, empezar a empaparme en proyectos de esta índole.
El inicio
El primer paso fue conocer a las involucradas: la maestra y 12 mamás de familia de la escuela. En ese primer diagnóstico comprendí que en la comunidad el agua es todo un tema, pues el agua entubada proviene de un lugar al que ellas consideran sucio y que contiene animales muertos, y por lo tanto el agua que “cae” es impura.
Contaron que hacía varios años que habían recibido apoyos para instalar sistemas de captación pluvial, mismos que se encontraban en mal estado y/o desuso debido a la gran demanda de mantenimiento, y a que la mayoría de ellas carecía de sistemas de bombeo.
Entonces entendí el gran peso que tenía el poder instalar un sistema de captación que requiere de mantenimiento gradual y de bajo costo, particularmente en un lugar público como la escuela y que además beneficiaria a más familias que podrían disponer d este líquido en función de su disponibilidad, siempre privilegiando el acceso a los niños.
El camino que fue fluyendo
Comenzamos con una faena para limpiar cisternas y techos, y esa fue la primera vez que descubrí las cualidades de este grupo de mujeres: Trabajadoras, fuertes y muy unidas. Después hubo un par de reuniones más de planeación y finalmente vino el día de la instalación.
Nos reunimos en la UMA muy temprano los estudiantes y docentes del diplomado y yo (ahí los conocí), para después subir hacia el Castellano.
Al llegar, hicimos un team back con las mamás de familia y acordamos algunos ajustes al diseño de la instalación, de modo que pudiéramos instalar además dos filtros de agua al sistema y así, contaran con una toma de agua para beber.
En ese momento fungí como intermediaria en ambas partes, y no quiero resaltar mi esfuerzo, más bien subrayar que muchas veces las comunidades necesitan una voz, principalmente una que comprenda la situación.
El resto del día transcurrió, desde mi perspectiva, lleno de entusiasmo y de ilusión. Al terminar la jornada, quedaron algunos pendientes, que ya serán tema de otro escrito.
La reflexión
Trabajar en torno al agua es literalmente trabajar con vida, es activar las posibilidades que ella nos brinda.
Y aún más, trabajar con Enrique Lomnitz es magnífico, pues su capacidad de liderazgo, comunicación a todos los niveles y visión son dignos de aprender y admirar, pero principalmente, su capacidad de disfrutar su trabajo de crear vida, te hace comprender lo que implica saber manejar el recurso del agua adecuadamente para un bien mayor.
Este año, no me perderé del Diplomado en Manejo Integral del Agua, pues si verlo desde fuera me regaló tanto, no puedo esperar a saber lo que es estar dentro.