Estudiar en la UMA, transformación profesional y de vida

Por: Francisco Javier Román Nogueira.

Maestría en Derecho Ambiental y Política Pública.

La realidad en que vivimos exige una nueva dinámica en la práctica de la abogacía. Como promotores de la solución de conflictos, los abogados tenemos la encomienda de conocer a profundidad la sociedad y el entorno en que vivimos, y las interacciones suscitadas entre ellos, esto difícilmente se consigue desde un escritorio.

Bajo esa premisa en mi mente, radicando en Estados Unidos, y por ingresar en una firma dedicada a la consultoría de proyectos de energía y medio ambiente, me encontraba buscando diferentes opciones para iniciar una maestría. De entre todos los programas, sin duda la propuesta de la UMA atrapó mi atención.

Además de la ubicación poco convencional del campus -en medio del campo en Valle de Bravo- el programa de estudio ofrecía una serie de asignaturas y ejes de acción que involucraban un proceso de introspección muy diferente a los demás programas de maestría, el apartado de agencia de cambio sumado a la modalidad semipresencial terminó por convencerme y me inscribí en la UMA.

Desde el primer día confirmé que la filosofía de la UMA implicaría modificaciones sustanciales en la estructura ideológica que adquirimos los abogados en los sistemas tradicionales de enseñanza. Esta propuesta, basada en la teoría de sistemas, -interacción y causalidad entre todos los elementos de un sistema-, y con un componente importante de apreciación de la naturaleza y de sus procesos, nos permite tener una mayor conciencia y entendimiento de conceptos como la sostenibilidad y la regeneración, que podemos aplicar directamente en el plano de la ciencia jurídica.

Herramientas que permiten atender una necesidad

Durante el curso de la maestría, cambié mi campo de ejercicio y me incorporé al derecho corporativo como abogado de empresa. A pesar de ese cambio de rumbo, he podido encausar las herramientas que me ha brindado la maestría y han sido muy valiosas para mi desempeño en la práctica corporativa.

Como es conocido, actualmente las empresas en México y en el mundo, necesitan la instrumentación de programas internos de cumplimiento -compliance program- que involucra principalmente a las áreas bursátil, penal y ambiental, con el propósito de prevenir conductas de la empresa y/o de sus funcionarios que puedan resultar tipificadas como delitos. En específico, para la materia ambiental, estas conductas se encuentran previstas tanto en la Ley Federal de Responsabilidad Ambiental y el Código Penal Federal. De este modo, la maestría me ha brindado la posibilidad de atender esta necesidad en el plano corporativo, contribuyendo en la planeación e instrumentación de protocolos internos en la empresa y en los procesos de auditoría con el fin de: 1) proteger el derecho a un medio ambiente sano, 2) prevenir los impactos negativos al medio ambiente y 3) evitar sanciones para la empresa.

Cómo ser agente de cambio socioambiental

Por otra parte, a partir de mi experiencia en la maestría, también he podido contribuir a formular programas internos y documentar evidencia, con miras a que la empresa pueda obtener diferentes certificaciones como el Certificado Ambiental de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA), o a que se registre en plataformas que reportan el cumplimiento de Objetivos de Desarrollo Sostenible, como el Pacto Mundial de la Organización de Naciones Unidas (ONU). En este apartado, actualmente me encuentro desarrollando mi proyecto de titulación, que consiste en implementar un programa de separación de residuos en un estadio de futbol profesional, perteneciente al grupo empresarial en el que colaboro.

Estoy convencido de que la UMA me ha brindado valiosas herramientas que contribuirán a mi desarrollo profesional, pero sobre todo, en ella he vivido un proceso reflexivo profundo que me conduce al compromiso permanente de ser agente de cambio socioambiental.