Plantas con acción anti-viral
mayo 1, 2020Evolución del Derecho Ambiental Internacional
mayo 23, 2020Por Ariadna Jiménez Rodríguez
Estoy segura que más de una vez cada uno de nosotros hemos experimentado la ineficiencia del sistema de movilidad en México, y es que no importa si viajas en transporte público, vehículo particular, o si tienes la fortuna de desplazarte en un vehículo eco amigable como bicicleta o patines; seguro te has encontrado atrapado en embotellamientos que difícilmente duran menos de una hora y en el caso de los últimos mencionados se carece de infraestructura poniendo en peligro tu integridad si es que planeas moverte por la ciudad.
Según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) se tienen registros administrativos de 32 millones 291 mil 454 automóviles en circulación en todo el país, de éstos, 31.53 millones son automóviles de uso particular; 698 mil 595 son vehículos de uso público de transporte de pasajeros o utilitarios de empresas y 58 mil 255 son vehículos “oficiales”, es decir, forman parte de la flota de instituciones públicas, ya sean federales, estatales o municipales, aunque pareciera imposible lograr movilizar todos estos vehículos sin aglomeraciones no lo es, este problema se deriva principalmente de una mala planeación en calles y avenidas.
En nuestro país las decisiones de política publica aparentemente han priorizado las condiciones de movilidad de los sectores de la población que cuentan con mayores privilegios construyendo nuevas carreteras de cuota que al final en lugar de solucionar el problema lo agravan relegando las necesidades de la población más vulnerable.
Por otro lado la creciente dificultad de movernos en las ciudades se ha concentrado en el evidente incremento de vehículos particulares, aumentando tiempos de traslado por supuesto como consecuencia de la falta de alternativas seguras desde los servicios de transporte público.
Al final la pregunta que debemos responder es ¿Cuál es la solución?, claramente la respuesta lógica a esta pregunta es inclinar las políticas públicas a brindarnos un transporte público seguro y eficiente entonces gran parte de la población preferiría moverse de esta manera, así como infraestructura para desplazarte en bicicleta, patines o incluso a pie.
Sin embargo hoy en día derivado de la pandemia causada por el virus COVID 19 se ha descubierto una nueva solución que muchos empresarios no se habían atrevido a experimentar y es el trabajo remoto, práctica que ya existía en diversos países alrededor del mundo comprobando que los trabajadores son más eficientes, se estresan menos e incluso trabajan por más tiempo reduciendo también los costos de manutención en instalaciones de corporativos. Existen diferentes puntos de vista en relación a este nuevo esquema de trabajo, lo cierto es que pareciera que ha llegado para quedarse en muchas de las empresas mexicanas que hoy han sido testigos de sus bondades, entre ellas la mejora en temas de movilidad dentro de las grandes ciudades y de una ciudad a otra. Disminuyendo según las estadísticas de las grandes plataformas como google maps o waze hasta en un 60% el tráfico en horas pico de un día normal.
Hoy solo nos queda esperar las decisiones del gobierno federal como de los empresarios que hoy radican en México para saber si el trabajo remoto se considera parte de la “nueva normalidad” ayudando así a mejorar la movilidad en grandes ciudades del país mientras se trabaja en otras alternativas.
Bibliografía
Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano. (2018 ). Anatomía de la movilidad en México, Hacia dónde vamos. CDMX: Tinta Roja Editoras.
“Las opiniones expresadas en este articulo son exclusiva responsabilidad de los actores y pueden no coincidir con las de la Universidad de Medio Ambiente”