Percibir el mundo desde la arquitectura
Por Laura Edelmira Cárdenas Barahona, estudiante de la Maestría en Arquitectura, Diseño y Construcción Sustentables.

Percibir diferentes elementos y sucesos cuando vamos recorriendo cualquier lugar y reaccionar ante las diversas señales que éstos nos transmiten, es algo inherente al ser, lo hacemos todo el tiempo, cuando recorremos las calles de una ciudad, senderos en veredas rurales, las carreteras de cualquier país y hasta en los recorridos que hacemos cotidianamente en espacios tan propios como los de nuestra vivienda, barrio o trabajo. Leemos los lugares desde nuestro entendimiento del mundo y hablando específicamente desde el ejercicio profesional, hacemos estas lecturas desde los aprendizajes en la academia y/o el desarrollo de nuestra profesión.

Cuándo decidí estudiar arquitectura jamás imaginé que aprendería a ver el mundo cómo lo veo hoy, nunca pensé que adquiriría estos ojos y esta forma de entender los espacios, territorios y lugares.
La Arquitectura es el reflejo de las sociedades que la construyen
Empezando esta carrera me enseñaron a leer un lugar con el objetivo de diseñar objetos arquitectónicos; veíamos elementos como ejes de diseño resultantes de las calles, alturas de edificaciones, visuales, asoleación, árboles, vientos y de vez en cuando algunas dinámicas sociales en cuanto a usos del espacio y recorridos de personas, esto con el objetivo de realizar ejercicios hipotéticos de diseño. Luego, durante el desarrollo del conocimiento en esta profesión, llegó a mí un aprendizaje que considero muy valioso, la arquitectura es el reflejo de las sociedades que la construyen, y como resultado de esta idea concluí entonces, que la arquitectura la podemos hacer todos, todos somos arquitectos, todos como sociedad creamos arquitectura respondiendo a la forma de apropiarnos de un territorio y de habitarlo. Y con esta idea en la cabeza decidí que si iba a continuar mi aprendizaje profesional tendría que ser en un lugar dónde se pensara a la arquitectura desde las sociedades y su cultura.

(…)la arquitectura la podemos hacer todos, todos somos arquitectos, todos como sociedad creamos arquitectura respondiendo a la forma de apropiarnos de un territorio y de habitarlo (…)
Así fue como encontré la UMA, vi lo importante que es para esta comunidad de aprendizaje el análisis de los sistemas socio-ambientales a la hora de proponer cualquier intervención del espacio, me llamó mucho la atención la interdisciplinariedad de sus ejes educativos y decidí que sería mi nueva casa de estudio. Ha sido una experiencia muy enriquecedora encontrar un espacio de conocimientos diversos donde he podido desarrollar la idea juntos a muchas otras personas, de que la arquitectura no es sólo levantar muros, es también el analizar todos los elementos que pudiéramos enunciar de un territorio, pensar en que éstos se vuelven insustanciales si no somos capaces de asociarlos entre sí y al contexto real del lugar al que pertenecen y obtener a partir de estos ejercicios, resultados coherentes que se convierten en principios reales de diseño. Entender nuestro papel como aportadores a un sistema de elementos activos sobre un territorio, y no como los que solucionan cualquier problema con unas cuantas paredes y cubiertas “bien pensadas”.
Percibir el mundo de manera diferente

Esta forma de percibir el mundo nos hace verlo muy diferente, lo vemos complejo, nos cuestionamos sobre todo y nos invade ahora la necesidad de saber siempre más sobre los lugares a los que llegamos.
Cuando llego a un lugar nuevo, no sólo me fijo en sus ítems arquitectónicos, o en su estética, ahora también me intereso en las sociedades que han construido estos entornos y en como las diferentes características culturales y ambientales conciben un lugar.