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agosto 10, 2022Pérdida y desperdicio de alimentos
La pérdida de alimentos es importante como un dato estadístico, hoy en día a lo largo de la cadena de valor se desperdician en promedio 1,300 millones de toneladas de alimento destinado al consumo humano al año, (FAO, 2013).
Los alimentos no consumidos (pérdida de alimentos) impactan negativamente el ambiente, si no fuesen desperdiciados, no se necesitaría producir otros nuevos y podríamos prescindir del uso de recursos naturales, así como de suelo forestal para cultivo, (Blas, 2019).
Es por eso que desde que entré a la UMA me enfoqué en realizar un proyecto que luchara contra este problema socioambiental de la mano con la empresa privada en la que trabajo.
El inicio fue una de las experiencias más retadoras a las que me he enfrentado, sobre todo porque el primer paso se trataba de convencer al comité directivo que el desperdicio generado contribuye a este problema; afortunadamente las cosas salieron bien y nos trazamos la meta de reducir el 50% del desperdicio de alimentos generado en sus operaciones para el 2025 estableciendo un modelo estándar de disminución, manejo y recuperación de producto no fresco apto para consumo humano que pueda ser implementado a lo largo de la cadena de valor, impactando desde procesos de producción hasta la venta al consumidor final.
Modelo de disminución manejo y disposición de pérdida y desperdicio de alimentos
El modelo enfocado a la pérdida de alimentos, tuvo dos diferentes etapas de implementación dividido en diferentes áreas de la cadena de valor para atacar en varios frentes.
La primera se trata de un procedimiento global de recuperación de producto no fresco, este producto es apto para consumo humano, pero se retira del mercado por lo menos 10 días antes de la fecha de caducidad marcada en el empaque.
Hoy en día, en varios países existen tiendas de descuento donde se distribuyen estos productos, sin embargo, el mercado no es lo suficientemente grande, por lo que mucho del producto apto para consumo humano se dispone como alimento animal.
A lo largo del desarrollo del presente modelo se ha pilotado la apertura de tiendas de productos de devolución, administrados por la empresa para poder distribuir estos productos evitando problemas de crédito a terceros.
La segunda fase del proyecto se enfoca en aprovechar de manera adecuada el desperdicio de alimentos que se genera, dentro de los destinos autorizados por el Food Waste Protocol del Consumer Good Forum.
Se obtuvieron 2 modelos para evitar la pérdida de alimentos que cumplen con las características descritos a continuación:
- Procedimiento de donación a Bancos de Alimentos: este modelo se dirige a la donación de alimentos a poblaciones vulnerables a través de la Red Internacional de Bancos de Alimentos.
- Procedimiento de donación a través de EatCloud: este modelo se plantea como solución para canalizar alimentos en múltiples canales tecnológicos en volúmenes pequeños para su venta o distribución.
Aprendizajes
Realizar este modelo para reducir la pérdida de alimentos fue todo un reto, la cantidad de operaciones y las diferencias entre ellas por zona geográfica, cultura o por la simple naturaleza de la operación, representa un gran reto para poder incidir en todas y ser tomado en cuenta.
Además, el uso del modelo de aprendizaje que utiliza la UMA ha sido retador como enriquecedor. Algo que sumó mucho al proyecto fue el sistema de investigación activa; como equipo estamos acostumbrados a trabajar con una hipótesis inamovible durante un tiempo. Sin embargo, a través de la investigación activa nos permitimos incluir durante el proceso del proyecto los nuevos conocimientos que adquirimos al involucrarnos más en el sistema a investigar.
Por ejemplo, al inicio del proyecto planteamos la creación del modelo en Colombia por ser el primer país en Latinoamérica en tener una ley relacionada con este tema de pérdida de alimentos, no tomamos en cuenta a todos los actores desde el inicio más bien los fuimos anexando conforme necesitábamos involucrarnos. Tampoco consideramos la creación de un procedimiento global de recuperación de alimentos no distribuidos aptos para consumo humano, no contamos con que durante el tiempo que estuvimos implementando el proyecto otras geografías como Francia, Brasil y España publicaron legislaciones relacionadas al tema.
Resultados
Aunque este proyecto se trata del desarrollo de un modelo para reducir la pérdida de alimentos dentro de la industria privada hemos incidido en mejorar la calidad de vida de muchas personas, a partir del convenio de donación con la Red de Bancos de Alimentos hemos logrado donar 3,000 toneladas de productos que fueron aprovechados como alimento humano.
En promedio estas 3,000 toneladas de producto recuperado significan 3,450m3 de agua utilizados para la producción de alimento que no fueron desperdiciados, así como 768,600kWh de energía eléctrica y 1,650Gcal de gas natural que se utilizaron también de manera provechosa porque este producto no se fue como un residuo.
Interés personal
El tema de la pérdida y desperdicio de alimentos es algo que me ha interesado muchísimo sobre todo en temas legales. Aprendí mucho de este proyecto, de mis compañeros y de la comunidad de práctica. También aprendí de los errores, de los objetivos no alcanzados y de compañeros que no se sintieron comprometidos con el proceso, creo que de todo eso se aprende todavía más. A partir de estos aprendizajes crecí como persona no solo en materia profesional.
También conocí lo que significa investigación activa que me abrió el panorama de cómo realizar proyectos sin encasillarlos en una hipótesis inicial si no dejarlos evolucionar conforme avanzamos en contra de la pérdida de alimentos.
Referencias
Blas Morente Alejandro (2019 septiembre 23). Las consecuencias sociales, nutricionales y ambientales de desperdiciar comida. The Conversation.
Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (2013), Huella del despilfarro de alimentos. Recuperado de: http://www.fao.org/3/ar428s/ar428s.pdf
Escrito por Ariadna Jiménez Rodríguez, maestra en Derecho ambiental y política publica por la Universidad del Medio Ambiente.
“Las opiniones expresadas en este articulo son de exclusiva responsabilidad de los autores y pueden no coincidir con las de la Universidad de Medio Ambiente”
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