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octubre 13, 2023La relación de nuestra sociedad con el agua
octubre 23, 2023El presente artículo tiene el objetivo de exponer y sumar importancia del legado de las comunidades indígenas sobre las abejas nativas mexicanas como la Meliponini, más allá de la Apis mellifera occidental. Se presenta el contexto en el que las abejas nativas han pasado a ser el legado ecológico de las culturas de los pueblos indígenas en varias regiones del país.
No existe otro insecto con una relación con el humano como la que tiene la abeja. La Apis mellifera (abeja melífera occidental o abeja europea) fue uno de los primeros insectos en ser domesticados y posiblemente el más importante a lo largo de la historia humana. Originaria de Europa y del norte de África, esta especie se ha beneficiado de su estrecha relación con el humano y gracias a su extraordinaria capacidad de adaptación la podemos encontrar en casi todo el mundo.
Por lo general, creemos que la importancia de nuestra relación con dicho insecto radica únicamente en los productos que podemos aprovechar de sus colmenas, como lo son el polen, la jalea real, la cera, los propóleos y especialmente la miel. Sin embargo, el valor de las abejas para la humanidad (y para la biodiversidad en general) va mucho más allá de la simple comercialización de los “bienes consumibles” que se pueden extraer de una colmena de Apis mellifera.
Las abejas y la polinización
Millones de años de coevolución entre flores y abejas las han convertido en las polinizadoras por excelencia. Cerca de 250 mil especies de plantas dependen de las abejas para ser polinizadas, muchas de las cuales son cruciales para la producción de alimentos humanos. Según la FAO (2018), un tercio de la producción mundial de alimentos depende directamente de la actividad polinizadora de las abejas.
En una situación similar se encuentran muchas de las plantas que se utilizan para fabricar medicinas, tanto convencionales como alternativas; sin olvidar el algodón, una de las fibras más importantes en la industria textil. Sin embargo, hablar en estos términos es enfocarse primordialmente en su importancia económica. Y es este justamente uno de los principales problemas en nuestra relación con las abejas (y con otras especies no humanas): le damos más valor a los “bienes consumibles” que a los maravillosos seres que los producen.
Esta manera de relacionarnos con las abejas ha generado que una especie tan eficiente como la Apis mellifera se haya convertido en el principal -y casi siempre en el único- foco de atención cuando se habla de abejas. Pero es sumamente importante difundir el hecho de que se conocen alrededor de 25 mil especies de abejas en el mundo. Tan solo en México existen cerca de 2 mil especies que se consideran nativas (Ayala, 2016), a diferencia de la Apis mellifera, especie que se introdujo al continente americano durante la conquista española.
La meliponini: abejas nativas sin aguijón
El mundo de las abejas es un mundo tan diverso que la idea de querer centrar la conversación únicamente en la abeja europea Apis mellifera no tiene mucho sentido. Podría compararse con la idea de hablar del mundo de las aves centrando la conversación únicamente en la Gallus gallus (gallina doméstica). Esto considerando que se tienen registradas más del doble de especies de abejas que de aves.
Cabe aclarar que mientras las abejas, científicamente llamados antófilos (Anthophila, gr.), forman parte de una de las múltiples familias de la clase Insecta, por sí solas las aves conforman una única clase: Aves. Las abejas nativas son indispensables para la conservación de la biodiversidad. Y si hablamos de abejas nativas mexicanas existe una tribu que sobresale: la Meliponini.
Los meliponinos, también conocidos como abejas meliponas o abejas sin aguijón, son abejas eusociales que se caracterizan por no tener aguijón y por habitar -en su mayoría- en zonas tropicales o subtropicales. En México se tiene registro de 46 especies, de las cuales hasta ahora se sabe que por lo menos 19 pueden ser criadas para producir miel, propóleo, polen o cerumen, así como para polinizar diversos cultivos.
Yucatán, epicentro de la meliponicultura en México
Se cree que la meliponicultura (crianza de meliponinos) tuvo su inicio en la península de Yucatán hace por lo menos 2 mil años. En el códice Tro-Cortesiano o de Madrid (uno de los pocos códices mayas que se preservan) se dedican 10 de sus 112 “páginas” a los meliponinos, específicamente a una especie: la Xunaán kaab (Melipona beecheii). En estas “páginas” se describe detalladamente cómo construir y mantener los jobones (colmenas) y las Najil kaab (casa de abejas), cómo y cuándo cosechar la miel, cuáles son sus enemigos naturales y sus procesos biológicos y hasta cómo generar intercambio genético para evitar endogamia (Vandame, 2019).
En la tradición maya se habla de cómo las abejas bajan la miel del cielo para los humanos. Según su mitología las abejas son sagradas y su destino está entrelazado al nuestro (Sotelo, 2016). En un principio los mayas cosechaban la miel directamente de colmenas silvestres, posteriormente aprendieron a cortar los troncos donde anidan las abejas y trasladarlos a sus casas.
Los jobones: tecnología maya
Con el paso del tiempo desarrollaron un sistema de crianza realmente sofisticado. El objeto más importante dentro de este sistema es el jobón, un tronco hueco con tapas en cada uno de sus extremos.
Desde la perspectiva del diseño los jobones representan un caso de estudio sumamente interesante. En un principio pueden parecer objetos muy simples, pero en realidad su diseño es resultado de experiencias y saberes transgeneracionales (Sotelo, 2021). Estos objetos no solo tenían (en algunos lugares lo siguen teniendo) un alto valor en cuestiones funcionales y comerciales, sino también en un sentido espiritual.
Los jobones se construían con la intención de emular los espacios y las condiciones que las abejas buscan para construir sus colmenas por naturaleza, pero también con la intención de visibilizar su valor espiritual. En el centro del jobón hay un pequeño orificio por donde entran las abejas, en todo momento hay una abeja guardiana posándose en la entrada de la colmena, protegiendo su acceso.
Cuando se habla de meliponicultura en México se suele centrar la atención en la región de Yucatán. Esto no solo por el gran registro histórico que existe en la zona, sino también porque es una de las pocas regiones del país en la que esta práctica se sigue desarrollando de la forma tradicional. Sin embargo, existen muchas evidencias que señalan que la crianza de meliponinos fue una actividad común en muchas otras regiones del país.
Meliponas en otras regiones
Distintas culturas indígenas aprendieron las técnicas de meliponicultura desarrolladas por los mayas, adaptándolas a su entorno y a las distintas especies que lo habitan. Actualmente la Sierra Norte de Puebla, tierras bajas de la costa del Pacífico y la Cuenca del Río Balsas son algunos de los sitios que también conservan técnicas y saberes en torno a la crianza de estas increíbles especies. Siendo la península de Yucatán y la Sierra Norte de Puebla las zonas con mayor concentración de meliponicultores del país.
Es importante aclarar que, tanto la especie de abeja, como las técnicas y herramientas que utilizan los nahuas de la Sierra Norte de Puebla son muy diferentes a las de los mayas. Existen diversos registros de cómo, durante mucho tiempo, era común que la gente tuviera colmenas de meliponinos en sus hogares, tanto para uso personal, como para uso comercial. Además de los casos de los pueblos mayas y nahuas, existen registros fotográficos de casas mixtecas con jobones en sus muros externos.
También existen registros escritos sobre la presencia de colmenas de meliponinos en casas de Jalisco y se tiene evidencia de que Tenochtitlan recibía miel de meliponinos como tributo de pueblos de Guerrero (previo a la llegada de los españoles). Además de la existencia de registros orales sobre la crianza de meliponinos en estados como el Estado de México, Morelos, Oaxaca, San Luis Potosí, entre otros (Vandame, 2019).
Atentado a la existencia de la cultura de las meliponas
¿Cómo es posible entonces que una tradición ancestral tan valiosa como la meliponicultura haya estado tan cerca de desaparecer? Es imposible intentar responder esta pregunta sin pensar en los procesos de colonialismo. No solo por los desafortunados intentos por desaparecer muchas de las tradiciones y los saberes indígenas durante la conquista española, sino también por la introducción de especies exóticas como la Apis mellifera o la Saccharum officinarum (caña de azúcar), sin olvidar la introducción de abejas africanizadas a finales del XX.
A todo esto hay que sumarle también el uso de técnicas agroindustriales que se han vuelto la norma hoy en día, las cuales van de la mano con procesos como la deforestación, los monocultivos y el uso excesivo de pesticidas, acciones sumamente dañinas no solo para las abejas nativas, sino para la biodiversidad en general.
Los meliponinos tienen un enorme valor, tanto ecológico como cultural, y por lo tanto pueden resultar muy importantes para crear resiliencia en una época de incertidumbre climática.
Primera especie domesticada en Yucatán
La Melipona beecheii, conocida también por su nombre maya Xunaán kaab (señora abeja o dama de miel), es una de las 17 especies de meliponinos que se pueden encontrar en la península de Yucatán. Posiblemente haya sido la primera especie de meliponinos en ser domesticada, y es también la especie más utilizada para producir miel en la región yucateca (y por lo tanto, la más estudiada).
A diferencia de una colmena de Apis mellifera, que puede llegar a producir más de 40 litros de miel por año, una colmena de Xunaán kaab produce no más de 2 litros por año, siendo esta una de las principales razones de la disminución masiva de meliponicultores, especialmente a fines del siglo XX.
Cabe resaltar que la miel producida por abejas Xunaán kaab sobresale por sus múltiples cualidades medicinales, especialmente si se compara con la miel de Apis mellifera. Esta especie se caracteriza no solo por su estrecha relación con la cultura maya, sino también por ser sumamente dócil.
La relación entre pueblos mayas y abejas Xunaán kaab es tan cercana, que hoy en día es muy difícil encontrar colmenas de esta especie en estado silvestre, muchos expertos insisten en que la meliponicultura tradicional maya es la principal razón de su supervivencia.
Especies para meliponicultores principiantes
La Kanzak (Scaptotrigona pectoralis) es considerada la segunda especie de meliponinos más susceptible a ser utilizada para producción de miel en la región yucateca. Las abejas Kanzak se caracterizan por ser mucho más agresivas y resistentes que las Xunaán kaab. Es común que en los meliponarios se coloque una colmena de esta especie para proteger a las colmenas de abejas Xunaán kaab del posible ataque de plagas.
Al ser una especie mucho más resistente, que produce miel de muy buena calidad, es considerada una gran alternativa para meliponicultores principiantes. A diferencia de la Xunaán kaab, se cree que esta especie empezó a domesticarse hace apenas algunas décadas.
Otras especies importantes para la biodiversidad
La Ya’ax ich (Nannotrigona perilampoides) es una especie que no produce suficiente miel para su cosecha, pero el trabajo de polinización que realiza es sumamente valioso. Las abejas Ya’ax ich han logrado adaptarse a contextos urbanos y son también la especie de meliponinos con mayor distribución en México.
La presencia de colmenas de abejas Ya’ax ich dentro de entornos urbanos puede ayudar a generar conciencia no sólo sobre el valor ecológico de estas especies, sino también sobre su valor cultural. Además de que su crianza puede convertirse en una gran herramienta para la polinización de cultivos comerciales y de autoconsumo.
Legado ecológico de las culturas
El hecho de que cada una de las especies de meliponinos que habitan la península de Yucatán tenga un nombre maya, pero muy pocas lo tengan en español, nos muestra lo mucho que se ha perdido, pero también nos muestra el enorme legado ecológico de estas culturas. El mundo sería muy distinto si aprendiéramos a relacionarnos con nuestro entorno como lo han hecho distintos pueblos indígenas a lo largo de la historia.
La relación entre abejas nativas y pueblos indígenas es un claro ejemplo de cómo podemos relacionarnos simbióticamente con otras especies, de tal forma que no sólo los humanos y las abejas se beneficien, sino ecosistemas enteros.
La importancia de los pueblos indígenas
Afortunadamente existen muchos ejemplos de relaciones simbióticas entre humanos y otras especies alrededor del mundo, que van desde la siembra de la milpa hasta la meliponicultura, siendo la gran mayoría resultado de saberes y tecnologías generacionales provenientes de pueblos indígenas. No es casualidad que The World Bank señale que 80% de la biodiversidad mundial es resguardada por pueblos indígenas, quienes representan menos del 5% de la población del mundo (Banco Mundial, 2023).
Claramente, los diseñadores (y los no diseñadores), tenemos mucho que aprender de la manera en la que estos pueblos se relacionan con su entorno, Julia Watson propone el término Lo-TEK como “un movimiento de diseño para reconstruir la comprensión de la filosofía indígena y la arquitectura vernácula que genera infraestructuras sostenibles y resilientes” (Watson, 2019).
Watson nos recuerda cómo las fuerzas que están llevando a la extinción a miles de especies de animales, plantas y hongos, también están poniendo en peligro incontables saberes y tecnologías indígenas. Desde hace varias décadas Edward O. Wilson, influyente biólogo y conservacionista, insiste en que la principal prioridad de la humanidad en los próximos 100 años deberá de ser la conservación de la biodiversidad.
En su libro Half Earth: Our Planet’s Fight for Life Wilson escribe “No puede haber propósito más inspirador que comenzar la era de la restauración, regenerando la maravillosa diversidad de vida que aún nos rodea”. (Wilson, 2017).
Conclusión
Estudiar la manera en la que nos relacionamos con las abejas nos puede enseñar tanto de ellas como de nosotros. Hablar de abejas es hablar de historias de explotación, desplazamiento y olvido, pero también es hablar de historias de resistencia, resiliencia y simbiosis.
Mejorar nuestra relación con estas especies no solo implica involucrarnos en la regeneración de los ecosistemas que nos rodean, también implica involucrarnos en la conservación de saberes y tecnologías indígenas. Saberes y tecnologías que podrían convertirse en nuestros principales aliados en un futuro (cercano) de incertidumbre climática.
Referencias bibliográficas
Ayala, Ricardo. (2016, August 9). Abejas nativas de México. La importancia de su conservación. ResearchGate. Consultado en: https://www.researchgate.net/publication/306012956_Abejas_nativas_de_Mexico_La_importancia_de_su_conservacion. Última revisión el 13 de octubre de 2023
Banco Mundial. (2023). Indigenous Peoples Overview. [Sitio web]. Consultado en: https://www.worldbank.org/en/topic/indigenouspeoples
Última revisión el 13 de octubre de 2021.
Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura [FAO]. (20 de mayo de 2018). La importancia de las abejas en la biodiversidad y su contribución a la seguridad alimentaria y nutricional. Consultado en: https://www.fao.org/guinea-ecuatorial/noticias/detail-events/ar/c/1133248/ Última revisión el 13 de octubre de 2023.
Sotelo Santos, Laura Elena. (2016). Abejas sagradas entre los mayas. (n.d.). Revista Ciencias, núm. 118-119, noviembre 2015-abril, pp. 118-125. [En línea]. Consultada en https://www.revistacienciasunam.com/en/201-revistas/revista-ciencias-118-119/1972-abejas-sagradas-entre-los-mayas.html Última revisión el 13 de octubre de 2023.
Sotelo Santos, Laura Elena. (2021). Vista de Abejas mayas, de los códices al siglo XXI. Ecofronteras. , 2021, vol. 25, núm. 73, pp. 2-5. [En línea]. Consultada en https://revistas.ecosur.mx/ecofronteras/index.php/eco/article/view/2004/2101 Última revisión el 13 de octubre de 2021.
Vandame, Rémy. (4 de junio de 2019) .Bases ecológicas y sociales para la conservación y el manejo de las abejas sin aguijón en Oaxaca, México. Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad. Consultado en: http://www.conabio.gob.mx/institucion/proyectos/resultados/InfNE011.pdf Última revisión el 13 de octubre de 2023.
Watson, J. (2019). Lo—TEK. Design by radical indigenism. Taschen.
Wilson, E. O. (2017). Half-earth: Our planet’s fight for life. Liveright Publishing Corporation
Escrito por Gabriel Calvillo, estudiante de la Maestría de Agroecología y Sistemas Alimentarios Regenerativos, generación 2023.
Editado por Mariana Sandoval Ávila, estudiante de la maestría en Agroecología y Sistemas Alimentarios Regenerativos, generación 2022.
Las opiniones incluidas en este artículo son responsabilidad de quien las escribe, y no reflejan la postura, visión o posición de la Universidad del Medio Ambiente.