Desafíos en la educación actual para generar conexiones con la naturaleza
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noviembre 9, 2024Soacha, un municipio ubicado al sur de Bogotá, ha sido históricamente una zona con desafíos urbanos, especialmente en sus periferias. Los barrios Mirador y Primavera Alta, localizados en el suroccidente del municipio, representan una zona de gran valor natural, pero con una infraestructura pública limitada. Esto ha afectado a sus habitantes, en especial a los más pequeños. Frente a esta situación, la oficina de arquitectura Tejido Diagonal, participó de la iniciativa LAPIS (Lugares Amigables para la Primera Infancia), creada por Fundación FEMSA, donde se escogió este espacio para la ejecución del programa. Así, se propuso transformar estos espacios a través de un circuito educativo que mejorara cuatro puntos clave en los barrios mencionados. El enfoque del proyecto no solo fue mejorar la infraestructura física, sino también hacerlo mediante un proceso participativo con la comunidad, involucrando a los niños y sus cuidadores en cada paso del diseño y la implementación.
Etapas de desarrollo
El desarrollo de la propuesta LAPIS se consolidó en seis etapas fundamentales que articularon los esfuerzos de la comunidad. La primera fue el levantamiento de información, donde se analizaron los problemas del entorno, identificando las carencias en infraestructura y las oportunidades que ofrecía el paisaje natural. En la segunda etapa, la participación social jugó un papel crucial, realizando talleres con los niños y sus cuidadores. Los pequeños, a través del dibujo y el juego, compartieron sus ideas sobre cómo querían que fueran los espacios públicos, lo que permitió diseñar intervenciones que respondieran a sus necesidades y expectativas. La tercera etapa consistió en el diseño participativo de mobiliario e intervención, asegurando que las ideas recogidas se plasmaran en un plan de acción concreto. La cuarta etapa fue la ejecución del diseño, donde la comunidad, junto con expertos, autoconstruyó las infraestructuras propuestas.
En la quinta etapa, la activación de los espacios fue crucial para que los niños y la comunidad se apropiasen del nuevo entorno a través de actividades lúdicas y educativas. Finalmente, la sexta etapa se centró en la sostenibilidad del proyecto, estableciendo estrategias para el mantenimiento y cuidado de los espacios, involucrando tanto a la comunidad como al gobierno local
Autoconstrucción con niños
Un aspecto innovador del proyecto fue la autoconstrucción de los espacios públicos con la participación activa de los niños, utilizando materiales naturales y reciclados. La guadua, un material sostenible y abundante en Colombia, fue uno de los principales recursos empleados en la creación de estructuras. Asimismo, el reciclaje de palets de madera y llantas usadas de la zona, que se reutilizaron para crear juegos y mobiliario urbano. Este enfoque no solo redujo el impacto ambiental, sino que también fomentó la apropiación de los espacios por parte de la comunidad infantil, que veía cómo sus propias manos transformaban el entorno. Además, al usar materiales reciclados, se integró un componente educativo en el proyecto, donde los niños aprendieron sobre la importancia del reciclaje y la sostenibilidad en sus propias comunidades (Chawla, 2015). Esta participación activa en la creación y el mantenimiento de los espacios reforzó su sentido de pertenencia y su compromiso con la sostenibilidad en las etapas posteriores de activación y cuidado del espacio público (Moore & Cosco, 2010).
Creación Colaborativa de Espacios Seguros y Educativos
La ejecución del proyecto incluyó la autoconstrucción con la comunidad, consolidando la conexión entre los residentes y los nuevos espacios. Los cuatro puntos intervenidos tienen características únicas. El primero, el Camino del Nopal, se enfocó en mejorar la seguridad vial mediante urbanismo táctico, incorporando señalización y juegos de piso lúdicos. El Parque El Cacique, por su parte, fue rehabilitado con juegos que respetaron las dinámicas preexistentes de los niños, potenciando el juego libre, un aspecto vital para su desarrollo (Woolley, 2013). La Maloca Muisca se convirtió en un espacio educativo inspirado en el concepto ancestral del «círculo de la palabra». En este espacio los niños pueden aprender y estudiar al aire libre, conectando con sus raíces culturales. Finalmente, el recorrido culmina en el Mirador El Colibrí, un espacio diseñado para promover la interacción social y el disfrute del entorno natural, esenciales para el bienestar de la infancia.
El proyecto LAPIS no solo responde a las necesidades inmediatas de seguridad y recreación, sino que también incorpora un enfoque de sostenibilidad a largo plazo. La participación de la comunidad en la autoconstrucción y el diseño garantiza que los espacios sean valorados y cuidados. La colaboración con el gobierno local en el mantenimiento refuerza la viabilidad del proyecto en el futuro. La creación de espacios seguros, accesibles y educativos para la primera infancia no es solo una cuestión de infraestructura. Se ha convertido también en una inversión en el desarrollo integral de los niños y en la cohesión social de la comunidad.
Fuentes:
Chawla, L. (2015). Benefits of nature contact for children. *Journal of Planning Literature*, 30(4), 433-452. https://doi.org/10.1177/0885412215595441
Cushing, D. F., & Van Vliet, W. (2017). Children’s rights to the city: The emerging international agenda. *Children, Youth and Environments*, 27(3), 145-154. https://doi.org/10.7721/chilyoutenvi.27.3.0145
Moore, R. C., & Cosco, N. G. (2010). Using behavior mapping to investigate healthy outdoor environments for children and families: Conceptual framework, procedures and applications. *Children, Youth and Environments*, 20(1), 109-123. https://doi.org/10.7721/chilyoutenvi.20.1.0109
Woolley, H. (2013). Now being social: The barrier of designing outdoor play spaces for disabled children. *Landscape and Urban Planning*, 118, 39-49. https://doi.org/10.1016/j.landurbplan.2013.05.001
Escrito por Daniela León, estudiante de la Maestría en Arquitectura, Diseño y Construcción Sostenible, generación 2024.
Las opiniones incluidas en este artículo son responsabilidad de quien las escribe y no reflejan la postura, visión o posición de la Universidad del Medio Ambiente.