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agosto 20, 2021La Maestría en Agroecología y Sistemas Alimentarios Regenerativos en la UMA es una experiencia única para formarte como agente de cambio. Te damos a conocer algunos talleres de la maestría, y la historia de una egresada.
Talleres agroecológicos
Durante la maestría podrás participar en diferentes talleres prácticos, que afirmarán los conocimientos aprendidos en las clases.
Disfrutarás con tus compañeras y compañeros de diálogos enriquecedores, conocerás los proyectos que cada quien está realizando. A continuación te contamos los talleres que puedes disfrutar en el primer semestre.
En el primer taller, conocerás el método intensivo de las camas de cultivo, aprenderás sobre las rotaciones y asociaciones de cultivos, y cómo hacer mejor tu composta.
En el segundo taller, entenderás la importancia de la agroforestería sintrópica, así como las etapas de los procesos sintrópicos.
¿ Sabes cuál es la relevancia y los elementos del suelo? ¿ Sabes como se realizan las muestras de suelos? en el tercer taller, despejarás todas tus dudas.
En el último taller, te adentrarás en el mundo de la etnococina, y entenderás el significado del patrimonio biocultural.
Finalmente, tendrás la oportunidad de conocer proyectos agroecológicos, interactuarás con sus creadores y saber de primera mano sus experiencias, tanto personales como profesionales dentro y fuera de la UMA, sus vivencias para concretizar sus sueños.
Antes de entrar a la UMA
Ana Lucía Castaño Galvis, es una egresada de la maestría, jamás pensó que la experiencia de estudiar en la UMA fuera lo que fue.
Aún así, con lo poco que sabía sobre la Universidad y el programa, se llenó de grandes expectativas.
¿Cómo no hacerlo cuando por todos lados dice “agencia de cambio”, “regeneración socioambiental”, “transformación personal”? ¿Qué, sino grandes cosas, puede esperar uno de un programa que promete semejante formación?
Cuando les dijo a sus tíos y tías que iba a estudiar una maestría en agroecología, sonrieron algo desconcertados.
Para ninguno, era una sorpresa el hecho de que le encanta estar en el campo y trabajar con campesinos e indígenas.
Su desconcierto no estaba en ese elemento, pues no era ninguna revelación. Más bien, se preguntaban, qué iba a hacer metida en un rancho dedicándose a “hacer agricultura sin químicos”. Ella comenta que la verdad, no los juzga.
No tenían cómo saber que la agroecología es mucho más que quitarle los químicos al agro, y algo mucho más profundo que agregarle el sello “ecológico” a los productos agrícolas.
Tampoco, tenían cómo saber que la maestría era mucho más que sólo obtener un título a cambio del desarrollo de un conocimiento.
Ella se sincera al decir que, esto último tampoco lo sabía.
Experiencia del primer año en la UMA
Después de un año de estudiar la Maestría en Agroecología y Sistemas Alimentarios Regenerativos en la UMA —para su gran sorpresa y satisfacción— todas esas expectativas habían sido cumplidas y superadas con creces.
Estudiarla, no sólo le introdujo al mundo de la agroecología y sus muchas caras: fue, sobre todo, una puerta de entrada para conocer todo un universo de posibilidades que existe para el desarrollo personal y colectivo en coevolución con la naturaleza.
¡Imagínense eso! Descubrir el mundo con otros ojos, y comprender que nada está quieto en todo lo que nos rodea. Ver. Sentir. Escuchar. Olfatear.
Saborear todos los alimentos como si fueran algo nuevo, re-descubriéndolos a través de la investigación personal, y aplicada sobre Sistemas Alimentarios y encontrando a través de ellos una relación renovada con el mundo.
Así, con esta experiencia transformadora y profunda, reafirmó una intuición que había cultivado hace varios años: la comida conecta al mundo, casi tanto como la tecnología.
La cosa es que, así como redescubrió la vida a través de un sentido renovado de mí misma, el mundo y nuestra conexión a través de la comida, también comprendió los grandes problemas que nuestro modo actual de alimentación nos ha traído.
Descubrió que la producción agrícola y ganadera es responsable por el 92% de la huella hídrica de la humanidad, que consume hasta el 70% de los recursos de agua dulce a nivel global, y que depende en su mayoría de personas en condición de vulnerabilidad y pobreza.
Comprendió qué quería decir cuando trataba de explicarle a sus tíos que no sólo es “hacer agricultura sin químicos”, y las implicaciones que esta afirmación tiene para la creación de proyectos alimenticios, agrícolas o gastronómicos.
Investigó en la práctica soluciones para reducir la pérdida del suelo —nuestro recurso más valioso—, así como alternativas para la nutrición de las plantas, que prevengan una mayor contaminación del agua por deslave de fertilizantes sintéticos.
Y lo más importante de todo: desarrolló el poder de su propia agencia personal para incidir directamente en estos problemas de talla global, y cambiarlos.
Definición de la maestría en Agroecología y Sistemas Alimentarios Regenerativos
Ana Lucía la define como: un cultivar constante de su agencia de cambio. Y un florecer paulatino de aprendizaje, aplicado en proyectos socioambientales que generan valor para todos los involucrados.
Mismos proyectos que contribuyen a la regeneración de agroecosistemas completos, y que proveen una fuente inagotable de inspiración y -¿por qué no?- de alimentos sanos para nosotros, y para todo lo que hace posible la vida en la tierra.
¡Anímate! a estudiarla y sigue adquiriendo herramientas para desarrollar tus proyectos.
Si quieres conocer más sobre el plan de estudios de la Maestría en Agroecología y Sistemas Alimentarios Regenerativos, te invitamos a seguir leyendo.