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Arq. Psj. Yesmín Araceli Garduño Pérez. Maestría en Arquitectura, Diseño y Construcción Sustentables.
En este artículo narraré mi experiencia en Isla Urbana durante el 2017, una de mis experiencias laborales más significativas: cuando fui parte del equipo de supervisión en campo para la instalación de sistemas de captación de agua de lluvia en los pueblos de San Miguel Topilejo y Parres el Guarda.
San Miguel Topilejo y Parres el Guarda son dos de los diez pueblos originarios localizados en la Alcaldía Tlalpan, al sur de la Ciudad de México (Gobierno de Tlalpan, 2021). Sus habitantes son ricos en cultura, conservan sus raíces indígenas prehispánicas y sus tradiciones siguen vivas arraigadas a sus prácticas religiosas por medio de las fiestas patronales. Sin embargo, la mayoría de la población se encuentra históricamente en situación de marginalidad y carecen de infraestructura hidráulica, por lo que el agua ha sido un recurso vital limitado e insuficiente. Razón por la que sus habitantes han dependido durante décadas de la compra de camiones (pipas) que surten este líquido vital a sus viviendas, en tiempos de entrega irregulares y a un alto costo (Garduño, 2017).
Isla urbana: diseño, innovación e implementación de sistemas de captación y filtración de agua de lluvia.
Para contrarrestar esta situación Isla Urbana, que es una empresa privada fundada en el año 2009 (Isla urbana,2021) y actual socia de la Universidad del Medio Ambiente (UMA), se ha comprometido desde entonces en ayudar a un sin número de familias en México a través del diseño, innovación e implementación de sistemas de captación y filtración de agua de lluvia.
Proceso que comienza en recolectar el líquido de los techos de los edificios de sus usuarios y termina en la filtración de ésta para el uso humano. Ello, para beneficiar tanto a clientes privados como a la población más vulnerable del país participando en programas sociales públicos en colaboración con los gobiernos locales, como ocurrió en el 2017 durante el Gobierno de la Alcaldía Tlalpan, que tenía en ese entonces como prioridad la implementación de eco-tecnologías.
Fue entonces, que como arquitecta paisajista e integrante de un equipo de tres personas, con un colega arquitecto y un ingeniero civil, llevamos a cabo recorridos de campo a pie para la búsqueda de las familias afortunadas interesadas en recibir el sistema, quienes ya se habían inscrito previamente en las oficinas de su localidad.
Así mismo, estábamos en coordinación con el equipo de técnicos instaladores y demás elementos de la empresa, trabajamos en conjunto durante los recorridos a pie con el área de Trabajo Social de Tlalpan.
Proceso de instalación de sistema en San Miguel Topilejo
El recorrido por Parres el Guarda y San Miguel Topilejo
Comenzamos en el pueblo originario Parres El Guarda cuya fundación data de 1893 alrededor del ferrocarril de Cuernavaca y a un costado de la antigua Hacienda de Parres (Gobierno de Tlalpan, 2021), un lugar rural y en planicie, donde se apreciaban extensos paisajes agrícolas, así como un microclima cambiante que iba desde fuerte asoleamiento, viento, hasta bajas temperaturas y lluvia (o incluso puede granizar). Por lo que acorde a las inclemencias del invierno dimos paso a una intensa caminata de casa en casa.
Posteriormente, y habiendo instalado en su mayoría en Parres el Guarda, nos dirigimos a San Miguel Topilejo, un pueblo originario más urbanizado y cercano al anterior, donde aún se apreciaban paisajes agrícolas. Actividad que se conserva como una de sus fuentes de economía (Gobierno de Tlalpan,2021).
El proceso consistía en diversos pasos, uno no menos importante que el otro, desde tocar la puerta hasta definir el sistema a instalar. Había que esperar siempre a que no hubiera mascotas que no nos permitieran la entrada para luego dialogar con el dueño de la casa sobre el programa de captación de agua de lluvia, lo cual en ocasiones era toda una labor de convencimiento, pues había quien aún no creía en el aprovechamiento de la lluvia.
Luego, identificábamos las instalaciones hidráulicas de la vivienda, si tenía o no red de agua potable y qué tipo de sistemas de almacenamiento usaba, subir al techo por acceso interno o externo, medirlo, ver qué tenía, si había gallinas, guajolotes o perros. Todo lo anterior para definir el tipo de sistema que habría, acorde a las instalaciones existentes y para poder dar recomendaciones de limpieza a los usuarios, porque el techo debía estar lo más limpio posible.
Los factores a considerar para beneficiar a las familias
Este proceso tomaba como una hora o menos dependiendo de la persona, y nuestro fin era siempre tratar de lograr el objetivo final de beneficiar a las familias más desfavorecidas. Por lo que había diferentes factores a considerar.
Por ejemplo, por un lado, si el dueño de la vivienda contaba ya con una cisterna, teníamos la regla de que no se le podía brindar un tinaco, por lo que tuvimos la experiencia que muchos omitían esta información para poder tener uno, pero en particular no había ningún problema en otorgarlo cuando tenían una pileta de poca capacidad o la cisterna se encontraba dañada. Que, debido al fuerte sismo ocurrido en septiembre de ese mismo año, en muchos casos así había sucedido.
Por otro lado, si la familia no tenía ni cisterna, ni tinaco y adicionalmente su vivienda era casi inaccesible en la parte alta en la montaña para que una pipa la abasteciera, la considerábamos como los primeros de la lista para su instalación. A veces, las personas más humildes eran las que nos invitaban algo de comer o beber, lo que era muy bienvenido por los tres del equipo.
Las familias de los lugares visitados y mis compañeros, debido al gran trabajo de equipo, fueron para mí una gran fuente de inspiración para continuar mi labor. Logramos instalar sistemas de captación de agua pluvial a aproximadamente 300 familias en un tiempo récord de dos meses. Lo que además me hizo sentir mucha alegría ya que pude aprender lo relevante que es conocer y entender las necesidades básicas de las comunidades, tener empatía ante éstas, aplicar mis conocimientos profesionales y que ello haya influido determinantemente en su bienestar.
Conoce la experiencia de Isla Urbana en el curso de Manejo Integral del Agua
Referencias Bibliográficas:
Gobierno de Tlalpan (2021) Consultado el 18 de abril del 2021. En: Alcaldía Tlalpan | Cultivando Comunidad (cdmx.gob.mx)
Garduño, Yesmin (2017). Experiencia laboral con la empresa Isla Urbana. Parres el Guarda y San Miguel Topilejo, Tlalpan, CDMX.
Isla urbana (2021) Consultado el 18 de abril del 2021. En: Historia – Isla Urbana
Gobierno de Tlalpan (2021) Consultado el 18 de abril del 2021. En: Parres “El Guarda” – Alcaldía Tlalpan | Cultivando Comunidad (cdmx.gob.mx)
Gobierno de Tlalpan (2021) Consultado el 18 de abril del 2021. En: San Miguel Topilejo – Alcaldía Tlalpan | Cultivando Comunidad (cdmx.gob.mx)
Imágenes: Garduño, Yesmin (2017). Fotografías de experiencia laboral con la empresa Isla Urbana. Parres el Guarda y San Miguel Topilejo, Tlalpan, CDMX.