Desarrollando el futuro de la protección migratoria
febrero 23, 2024Visita de LEPSA al Museo Interactivo de Economía (MIDE)
febrero 28, 2024Escrito por Lina Marcela Enriquez Barbosa, una mujer colombiana, caleña y sentipensante con la tierra, que a lo largo de su caminar de vida se ha permitido aprender, des-aprender y re-aprender constantemente el cómo habitar más conscientemente este planeta, desde las relaciones con el entorno y con el otrx.
Soy Trabajadora Social y encarno mi profesión en cada célula de mi cuerpo, resisto desde la cotidianidad por otras formas de vida alejados del individualismo y apostándole a la construcción de una justicia social desde una perspectiva antipatriarcal y anticapitalista.
Me he enfocado en acompañar y sostener a mujeres que han sido víctimas de violencias basadas en género, desde la medicina ancestral andina. Activista y educadora socio-ambiental en el Movimiento Ser Montañana en la ciudad de Cali, el cual se dedica a la defensa, protección y conservación del parque nacional natural Farallones de Cali de la minería de oro.
Actualmente me encuentro realizando la maestría en Innovación educativa para la sostenibilidad, en donde reflexiono constantemente la educación como herramienta de transformación socio-ambiental.
Fuente: Movimiento Ser Montaña – Cali, Colombia.
MUJERES Y TENENCIA DE LA TIERRA EN AMERICA LATINA
Te preguntarás ¿por qué es importante que las mujeres tengamos derecho a la tierra?
Este derecho genera que nosotras, tengamos medios para la subsistencia, para mejorar la autonómica social, económica y política, para reducir la marginación y las violencias basadas en género.
Asimismo, tener el derecho seguro a la tierra mejora las oportunidades económicas, la seguridad social, la posibilidad de construir una vida digna, formando hogares y comunidades prosperas y resilientes; fortaleciendo su educación y la capacidad de agencia de mujeres y niñas, apostándole a la equidad de género, el cuidado como asunto político y protegiendo la madre tierra.
Fuente: CDHAL
Mujeres y la lucha por la tenencia de la tierra
Se acerca una fecha para conmemorar y reflexionar, el 8 de marzo día internacional de la mujer nos hace un llamado para juntarnos, para sentipensarnos y realizar acciones que revindiquen a las mujeres.
Siendo así, queremos hoy poner en el centro una situación a reflexionar colectivamente: el territorio y la masculinización de la tierra como marco de vulnerabilidad femenina, pues, a pesar de que la tierra es percibida como “femenina”, llamada como madre tierra o Pachamama, la mayoría de mujeres en el planeta no tenemos acceso a ella como “propietarias”, aunque muchas mujeres se dedican a trabajar la tierra, este trabajo es principalmente para el marido, padre o patrón.
Fuente: Humanidad y medio
Desigualdades y tenencia de la tierra
Acceder a la tierra para las mujeres rurales, les permite el poder real de las dirigencias y liderazgos, es sentirse dueña y propietaria, es precisamente una apuesta por la autonómica económica de las mujeres.
Actualmente se calcula que existe en el mundo 1.600 millones de mujeres campesinas (más de la cuarta parte de la población, pero solo el 2% de la tierra es propiedad de ellas), de acuerdo al censo Nacional Agropecuario en Colombia 20121, “los hombres tienen 1 millón 244 mil hectáreas, que equivale al 21% de las tierras, es aquí donde se evidencia la gran desigualdad entre hombres y mujeres en la ruralidad” (Silva, 2017).
A su vez, según la FAO, solo el 30% de las mujeres rurales poseen tierras agrícolas y no tienen acceso a los medios de producción (Silva, 2017).
Fuente: Permea_holistica
¿Qué afecta la tenencia de la tierra para las mujeres?
La dificultad del acceso a la tierra produce que las mujeres sigan teniendo problemas de titularidad, acceso al crédito, decisiones en torno al uso de la tierra y poca entrada a ingresos directos, situación similar que viven en los territorios indígenas con propiedad o posesión colectiva, en tanto las grandes decisiones sobre sus territorios son tomadas por los Apus/mayores/cacique/curacas o dirigentes, generalmente varones.
Entonces apostarle a que las mujeres tengan titulación de la tierra, es un acto de justicia social, es permitir que las mujeres accedan a posiciones de poder y habiten el poder de forma diferente a lo que históricamente se ha vivido.
Fuente: Permea_holistica
Paradigma extractivista y masculinización de la tierra
En esta misma lógica, las empresas mineras buscan al “encargado de hogar” para ofertar la compra por el territorio, a su vez son los “varones” los que toman las decisiones de venta en el afán de cumplir con su rol de proveedor que responde a un sistema capitalista, patriarcal y colonialista, muchas veces sin consultar a la familia, ni a la esposa.
Las mujeres pueden quedarse sin hogar o fuente de producción priorizando la capacidad económica frente a la soberanía alimentaria o la facilidad de “control de los recursos”, generando el desplazamiento hacia las grandes ciudades y disrupción de las dinámicas familiares.
Articulando lo anterior con la visión extractivista, explica una defensora de DDHH y mujer rural de Huancayo, Perú:
“para el varón solo es cuestión de propiedad, de poder -esto visto desde una masculinidad hegemónica- mientras que la mujer ama esa tierra, creo que hasta podría perder la tierra con tal de mantenerla, la mujer haría ese sacrifico por que quiere ver a la tierra libre, segura y limpia, no quiere verla maltratada, en cambio el varón no ve eso” (Silva, 2017).
Es aquí donde la dominación masculina se generaliza entre la mujer y la tierra, es dicha visión de poseer y extraer. Así mismo se genera una serie de acciones que corresponden al sostenimiento de una sistema capitalista y patriarcal, de producir para consumir, para “vivir”.
Fuente: Permea_holistica
Los riesgos de generalizar y como te puedes involucrar
Es importante aclarar que lo aquí escrito este generalizado por las dinámicas rurales que se viven en América Latina, que pueden existir acepciones a la regla, a una visión extractivista y patriarcal de la naturaleza y las mujeres.
Sin embargo, este escrito espera que visualices la desigualdad entre mujeres y hombres, en cuanto a la tenencia de la tierra se trata, a las causas que se pueden generar con el hecho de que las mujeres tengan derecho y acceso seguro a la tierra, además que como hombre o ser que habita en este mundo te re-pienses en acciones afirmativas que dignifiquen la vida, que le apuesten a la equidad de género, pues, es una necesidad imperativa formar/generar masculinidades corresponsables y no violentas, pues ¡juntxs podemos transformar este mundo!
Fuente: Mindomo
Sentipensares
No obstante, considero importante aquí reflexionar sobre el vinculo que tenemos las mujeres con el medio ambiente, este se encuentra determinado por diversos aspectos, como: género, clase, etnia, estrato socioeconómico, producción agrícola, distribución de ingresos, entre otras. Puesto que debemos formar otros horizontes, distinguiendo los derechos territoriales de las mujeres en su diversidad.
Se ha demostrado que las mujeres somos quienes cuidamos la tierra en un sentido más profundo de la vida, que nos organizamos en su defensa y protección, así mismo se une a esta visión la articulación entre la mujer como dadora de vida y la naturaleza como madre tierra – creadora de vida.
Considero que se debe de reflexionar la importancia de la perspectiva de género en los procesos sociales, desde una educación contextualizada, que fomente el cambio de paradigma ayudando a cambiar las conductas y representaciones sociales, apostándole cada vez más a cerrar las brechas sociales.
A través de formar comunidades de aprendizaje informales en los espacios educativos formales -además de fortalecer la gobernanza y gobernabilidad de los territorios- dado que la defensa, conservación y protección de la tierra es cuestión de todxs. Es como creo que seria un cambio adecuado en los contextos de América Latina.
Asimismo, es importante que en la practica docente se permitan espacios de diálogo, debate y co-construcción del conocimiento desde un posicionamiento político de la vida, pues, esto permite sentipensarnos la educación desde otras formas de concebir el mundo.
La educación será por y para la vida o no será.
Fuente: Permea_holistica
Referencias bibliográficas:
Rocio Silva (2017). Mujeres y conflictos ecoterritoriales: impactos, estrategias, resistencias. Lima, Perú
Carcaño Valencia, Érika. (2008). Ecofeminismo y ambientalismo feminista: Una reflexión crítica. Argumentos (México, D.F.), 21(56), 183-188. Recuperado en 22 de febrero de 2024, de http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0187-57952008000100010&lng=es&tlng=es.