Administración de Empresas Socioambientales: Transforma tu Futuro
noviembre 5, 2023El procedimiento de Evaluación de Impacto Ambiental y la participación ciudadana
noviembre 9, 2023Nuestra casa es nuestro campus: el campus sostenible de la Universidad del Medio Ambiente refleja quiénes somos, lo que nos importa y lo que cuidamos, en una búsqueda incansable de congruencia.
“Una casa es como un amigo. Tú buscas un amigo que se parezca un poco a ti”.
(Arq. Oscar Hagerman, cocreador del diseño arquitectónico del campus)
El valor del proceso. El CODISEÑO
Tenemos la convicción de que los procesos participativos son necesarios para hacer frente a los desafíos sociales y ambientales actuales. La concepción de nuestro campus sostenible a través de un proceso de codiseño ilustra el principio de Gandhi: «Los medios son los fines».
La esencia de estos procesos colaborativos es montar el equipo adecuado y comenzar con un propósito común claro y compartido.
Fueron llamados a participar en el equipo núcleo de codiseño de nuestro campus:
- Oscar Hagerman, como encargado de la concepción del proyecto arquitectónico general y Cano Vera Arquitectura) para la realización e implementación del proyecto ejecutivo;
- Arturo Farías para el diseño de paisaje y sistemas vivos;
- Federico Llamas y Victoria Haro en representación de la Universidad del Medio Ambiente;
- Miguel Campero y TUCA para la construcción;
- Francisco Bonilla, para el diseño e implementación de las Tecnologías de agua y energía;
- Oscar Hagerman y Centro Viva para la elección de los materiales;
- Federico Llamas, en el rol de vinculación con la comunidad;
- Freder Bidegain para la propuesta de movilidad.
Con codiseño entendemos el diseño colaborativo entre los diferentes integrantes de la comunidad y la universidad, de manera interdisciplinaria, participativa y enriquecedora.
Al servicio de un proyecto cuyo plan maestro está en evolución, el equipo núcleo siembra preguntas y cosecha respuestas, involucrando en la cocreación de la universidad que soñamos a numerosos biólogos, campesinos, abogados, antropólogos, arquitectos, vecinos, estudiantes, educadores, administradores, entre otros.
Diseño guiado por el PROPÓSITO
La creación de un campus universitario implica conciliar un sinfín de consideraciones sociales, ambientales, estéticas, económicas y técnicas. Estas son vistas desde ángulos distintos por cada una de las personas que integran el equipo de codiseño.
El PROPÓSITO del proyecto es la brújula que permite mantener el rumbo en la búsqueda de soluciones espaciales y constructivas para el campus. La primera reunión formal del equipo núcleo de codiseño fue un día lleno de conversaciones en el lugar del proyecto, donde se acordó el siguiente propósito:
“Construir un campus universitario que muestre cómo una intervención arquitectónica puede convertirse en un instrumento de la regeneración de su comunidad y su cuenca.”
La visión sistémica y regenerativa. El ENTENDIMIENTO DEL LUGAR
Los aspectos humanos y ecológicos son vistos como partes de un solo sistema: las mejoras en el medio ambiente se buscan conjuntamente a las mejoras para la gente que vive en ese ambiente y viceversa.
Para que el campus pueda asumirse como un vehículo de regeneración de su comunidad y de su cuenca, el punto de partida es el entendimiento del lugar donde se está anidando.
La mirada apreciativa, la escucha atenta y la investigación rigurosa permiten discernir cualidades del lugar que lo hacen único y que se convierten en consideraciones fundamentales para el diseño de los espacios habitables de nuestro campus sostenible.
Ubicado en la localidad de San Mateo Acatitlán, en el municipio de Valle de Bravo, Estado de México, el lugar, tal y como lo entendemos, se caracteriza por los siguientes rasgos:
Geología, hidrología, biología
- El suelo es limoso: la gente del lugar lo llama “polvillo”;
- el agua es abundante: Acatitlán significa “lugar de carrizos”, planta que prospera en los suelos húmedos;
- a Monte Alto se le conoce como el “Cerro del agua”: la población oriunda dice que se escucha el agua correr bajo el cerro que separa Acatitlán de Valle de Bravo y de la presa Miguel Alemán;
- el ecosistema natural es de pino-encino, con presencia de ailes, árbol nativo del centro y sur de México y pionero que se adapta bien a suelos pobres y contribuye a su regeneración fijando nitrógeno.
Asentamientos, economía, educación
- La comunidad local, originalmente dedicada al cultivo de las tierras del Plan agrícola de Acatitlán, está viviendo los efectos de la urbanización acelerada, debido a la ampliación de la autopista Toluca-Zitácuaro; esta acorta de forma significativa el tiempo de traslado entre la CDMX y Valle de Bravo;
- las casas tradicionales son de adobe con techumbres de madera y cubiertas de teja; rápidamente la cultura constructiva local se transforma con la adopción de materiales industrializados (concreto, bloc de cemento), sistemas constructivos y disposiciones espaciales de inspiración urbana, foránea;
- hay una brecha marcada entre el nivel educativo de la población oriunda y el de los nuevos vecinos de Acatitlán;
- al mismo tiempo, en la última década, se han instalado en Acatitlán varias escuelas con modelos alternativos en todos los niveles educativos, lo que incrementa el atractivo para familias que desean instalarse aquí para criar a sus hijos en contacto cercano con la naturaleza.
Cultura, psicología, creencias
- La fiesta patronal de Acatitlán se celebra el 21 de septiembre, día de San Mateo y manifiesta la cohesión social y la capacidad de organización de la comunidad. Las tensiones entre la gente oriunda y los nuevos «avecindados» se cristalizan en torno al acceso al agua, al respeto de las veredas tradicionales, a la velocidad de tránsito vehicular por el pueblo.
Estamos convencidos que al trabajar colectivamente desde el potencial del lugar, podemos contribuir a activar procesos regenerativos, tanto en la dimensión ambiental, como en la social, de forma interconectada.
La restauración ecosistémica. LOS SISTEMAS VIVOS
Ante la evidente degradación ambiental que experimentamos a nivel planetario, vemos en la restauración de los ecosistemas la oportunidad de detener y revertir este fenómeno, mejorando así los servicios ecosistémicos y recuperando la diversidad biológica.
El diseño del paisaje y de los sistemas vivos del campus se enfoca en la regeneración del suelo y el cultivo de un bosque comestible. Esto se hace mediante principios de diseño permacultural, de agricultura natural y de agroforestería sintrópica, de acuerdo a la evolución del bosque y de nuestro propio entendimiento de sus dinámicas.
En una lógica de sucesión de especies que emula los procesos naturales de un bosque, los ailes (Alnus acuminata) son una especie nodriza. Están plantados según una malla hexagonal y crean condiciones favorables para la instalación de otras especies.
Poco a poco serán sustituidos por especies comestibles, generando un bosque con vegetación estratificada, biodiverso y propicio para una fauna cada vez más diversa también.
El aprendizaje al centro. El campus sostenible como ENTORNO DE APRENDIZAJE
En la UMA el aprendizaje está en el centro de todas nuestras ocupaciones.
El campus fue diseñado con la plena consciencia de que el entorno modela la experiencia de aprendizaje de nuestros estudiantes.
Inspirado por el espíritu rural del lugar, el Plan maestro de la UMA plantea la construcción progresiva de varios edificios de altura baja, que van a configurar una plaza de pueblo, con escala humana. Esta será el corazón de la vida social de la comunidad UMAna.
Las instalaciones son una cobija protectora para quienes las habitamos, en cualidades visuales, acústicas, climáticas.
El diseño arquitectónico busca propiciar los encuentros: con la comunidad de aprendizaje, consigo mismo/a y con la naturaleza; en las aulas, en los pasillos, en el patio, en el jardín; en la cercanía con el bosque comestible y con los bosques de Acatitlán y de Monte Alto.
Las áreas exteriores de la UMA son el lugar idóneo para que estudiantes de distintas maestrías aprendan haciendo, en los cuidados del bosque comestible y en la exploración de sistemas constructivos con materiales locales.
El ritmo de la construcción paulatina del campus y de la evolución de los sistemas vivos nos permite observar, evaluar, adaptar las soluciones técnicas en un proceso permanente de aprendizaje y experimentación. La UMA es una universidad a la que le gusta aprender.
El pensamiento crítico. La elección del SISTEMA CONSTRUCTIVO y de los MATERIALES
Para un actuar socioambiental responsable, consideramos vital desarrollar la necesidad de sustentar las ideas con argumentos objetivos y practicar el pensamiento crítico en la toma de decisiones.
La elección del sistema constructivo y de los materiales parte de la observación del entorno y de la cultura constructiva local. Sin embargo, va más allá, al analizar las distintas opciones con base en un análisis de ciclo de vida. Esto da la certeza de haber optado por el sistema con mejor desempeño medioambiental, de acuerdo a los supuestos establecidos en el estudio.
Los edificios de la UMA tienen una estructura con cimientos y sobrecimientos de piedra; columnas y vigas de madera aserrada (maciza o laminada); muros confinados de bloc de tierra comprimida (BTC) machihembrado (o machimblock); acabados de tierra en algunos de los muros; techumbres de madera y cubierta vegetalizada.
La madera proviene del aserradero de la Unión de Ejidos Emiliano Zapata, del municipio vecino de Amanalco, donde las comunidades locales hacen un manejo sostenible del bosque. El tratamiento periódico de la madera es a base de aceite de linaza.
El machimblock lo produce el Programa Viva A.C., con tierra de la región. Los acabados de tierra de los muros son resultado de la trituración del BTC dañado en el transporte y su mezcla con fibras, reciclando in situ estos residuos de obra.
El cemento se ha reservado solo para usos que no podían resolverse de forma eficiente con materiales de menor impacto ambiental. Tal es el caso de los refuerzos verticales en los muros de machimblock, los pisos de cemento pulido y tierra para tráfico pesado.
La mayor parte de la construcción se realiza mediante montaje en seco. Esto reduce de forma significativa los tiempos de obra y genera muy pocos residuos de obra.
La agencia de cambio. Autonomía en AGUA y ENERGÍA
En la UMA nos proponemos contribuir a la formación de agentes de cambio, profesionistas que quieran participar en el cambio cultural hacia una sociedad sostenible.
En el ámbito de la Arquitectura y de la Construcción, esto implica asumir la responsabilidad que tienen la industria de la construcción y la operación de los edificios en la crisis hídrica, en el agotamiento de las fuentes de energía fósiles y en la contaminación que su uso genera.
Por tanto, consideramos que es un compromiso ético ineludible buscar la autonomía hídrica y energética. Si bien solo la logramos parcialmente, hemos puesto las bases para mejorar este desempeño en el futuro.
El SISTEMA DE MANEJO INTEGRAL DEL AGUA instalado atiende tanto las necesidades de riego para el bosque comestible, como las necesidades para el consumo humano. Esto se logra a través de estrategias complementarias de captación de agua en techo y a escala del paisaje; almacenamiento en cisternas y en estanque; tratamiento, potabilización y reúso. Se demuestra así que, hoy día, contamos ya con las tecnologías, el conocimiento y la experiencia para aspirar a la autonomía hídrica del campus.
En cuanto a la ENERGÍA ELÉCTRICA, apostamos a la generación de energía solar fotovoltaica. Con una capacidad instalada de 3 kW, en interconexión con la red de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), y una población estudiantil en aumento, para alcanzar la autonomía se requiere ampliar el número de paneles fotovoltaicos y complementar la instalación con dispositivos de almacenamiento que permitan paliar las fallas de la red de distribución de la CFE.
Medir para aprender. INDICADORES DE SOSTENIBILIDAD
- 53% de ahorro de energía*
- 89% de ahorro de agua*
- 68% de ahorro de energía embebida en materiales*
*De acuerdo al certificado EDGE obtenido en 2019
El campus en cifras
- Distancia de Valle de Bravo: 10 km
- Distancia de la CDMX: 130 km
- Superficie del terreno: 3 hectáreas
- Superficie construida: 1603.65 m2
- Superficie de techos verdes: 613 m2
- Superficie de bosque comestible: 1722 m2
- Número de salones: 11
- Especies de árboles frutales plantados: 627 árboles de 33 especies diferentes.
- Tasa de sobrevivencia en especies de árboles y arbustos: se han realizado ejercicios anuales de reforestación con diferentes paletas vegetales, desde 2015 hasta 2021, obteniendo porcentajes de supervivencia entre 52% y 98%. En la actualidad se cuenta con la totalidad del espacio sembrado.
- Capacidad de almacenamiento de agua en cisternas: 105 m3
- Capacidad de almacenamiento de agua en estanque: 1,671 m3 (cubre la demanda hídrica para el riego del bosque comestible en la temporada de estiaje: febrero a mayo).
- Sistema fotovoltaico con capacidad de 3.00 kW pico; 12 módulos de silicio policristalinos de 250 w.
Premios y reconocimientos
- Holcim Awards Acknowledgement Prizes 2014 for Latin America
- Certificado EDGE 2019
- Green Solutions Awards 2019 / Energy and Hot Climates International Winner
Para grupos mayores a 10 personas organizamos visitas guiadas al campus.
¡Agenda tu fecha escribiendo a informes@umamexico.com.mx!
La cuota de recuperación es una contribución a proyectos relevantes de vinculación con la Comunidad de Acatitlán.
“La arquitectura tiene un lenguaje, nos habla. A veces del poder, del dinero, del comercio, otras veces nos habla de la ciudad, de la tecnología, de un mundo en constante movimiento, y otras veces nos habla de montañas, del campo, de los pueblos. Creo que la UMA trató de hablar de esa manera, de relacionarnos con la naturaleza pero también con la comunidad.”
(Arq. Oscar Hagerman)
AUTORÍA
Escrito por Andreea Dani, Directora del Área en Arquitectura Sostenible.
Las opiniones incluidas en este artículo son responsabilidad de quien las escribe, y no reflejan la postura, visión o posición de la Universidad del Medio Ambiente.