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En entregas anteriores hemos discutido que, existen muchas expectativas en torno a que los gobiernos de izquierda pueden representar un avance en las agendas ambientales, al ser –en teoría—más participativos, cercanos a los intereses populares y al tener, en muchos casos, el medio ambiente como parte de su plataforma de principios. Sin embargo, como mostramos, en el caso Latinoamericano, al menos para los gobiernos que se consideran ellos mismos de izquierda en el caso de Bolivia, Ecuador y México, tales expectativas no se cumplen ya que el dialogo y participación con las organizaciones ambientalistas ha sido nulo.
Después de haber analizado la reticencia de estos gobiernos para entablar un dialogo y permitir la participación real de la sociedad civil en la discusión de temas ambientales, en esta y en posteriores entregas se examinará al otro actor, a las Organizaciones Ambientalistas (OA). Para ello presentaremos, tres tesis principales que buscan ser discutidas por el estudio a profundidad en el que se basan estas entregas:
1) Las OA son actores en conflicto permanente.
2) La forma en que se enmarca el debate sienta las bases del debate ambiental.
3) Las OA pueden verse como actores políticos con voz y actuando en un segundo circuito de representación.
Estas premisas se basan también en posiciones teóricas, que podrán ser revisadas en el estudio a profundidad, y que aquí los discutiremos brevemente. En esta entrega discutiremos la primera, las OA como actores en conflicto:
1. Las OA son actores en conflicto
Las OA son actores en conflicto por; (a) la naturaleza compleja, polémica y contenciosa de los asuntos ambientales, lo que (b) las obliga a ser organizaciones políticas; y también (c) porque hay múltiples racionalidades y valores ambientales, que coexisten en un contexto en el que (d) la información ambiental es incierta. Esto lo explicamos ahora:
- Cualquier cambio, positivo o negativo, con respecto al medio ambiente tiene relación con diferentes factores que determinan la supervivencia del ser humano (Santana, 2011: 9). Por tanto, no es de extrañar que todas nuestras relaciones con el medio ambiente estén mediadas por formas de organización social, como las relaciones de propiedad, los mercados y la distribución de la renta y capital, así como el acceso a, y el poder sobre, las instituciones, entre muchas otras (ver Alimonda, 2003; Keck y Sikkink, 2000). Todas estas relaciones sociales son de si, ya harto complejas y contenciosas, pero en el caso del medio ambiente esta complejidad se multiplica. Esto, debido a que los recursos ambientales son escasos, y por tanto, las formas en que esos recursos se controlan y distribuyen, son inevitablemente polémicas y conflictuantes (Folch, 1997).
Para manejar los conflictos necesitamos la política y, por lo tanto, la política impregna todos los asuntos ambientales. Esto es lo que reconoce la visión socioecológica: (a) que los problemas ambientales tienen un componente que necesariamente pasa por lo social; y (b) que prevalece la oposición antagónica entre los diferentes actores interesados en los recursos ambientales. Esto también es contemplado por la teoría económica, así como en el enfoque de la Ecología Política de las tradiciones posmarxistas y poscoloniales (Andrade Echeverría, 2010; Biagini, 2011; Leff, 2004). En realidad, independientemente de la perspectiva teórica a la que uno se suscriba o de la posición ética que adopte, existe cierto consenso en el sentido de que nuestras interacciones con el medio ambiente y las decisiones y políticas relacionadas con el medio ambiente siempre implican conflicto; y que, por tanto, los temas ambientales siempre tienen implicaciones políticas relevantes.
En las próximas entregas analizaremos brevemente porque se dice que las OA están en un entorno en que la (c) hay múltiples racionalidades y valores ambientales, que coexisten en un contexto en el que (d) la información ambiental es incierta.
Bibliografía
- Alimonda, H. (2003). Introducción. En Alimonda, H. (comp.) Ecología política: Naturaleza, sociedad y utopía. Argentina, CLACSO.
- Andrade Echeverría, M. (2010). De la serpiente tecnológica a la mariposa de las secuoyas: El proyecto OCP y la ecología política de un conflicto. Ecuador, FLACSO Ecuador.
- Biagini, H. E. (2011). Hacia una ética ambiental alternativa en América Latica. En Santana, A. (coord.) Energía, medio ambiente y política en América Latina. México, CIALC, FIEALC y SNUILAS.
- Folch, R. (1997). Socioecología y gobernabilidad: La subversión posindustrial. En Grasa, R. y Ulied, A. (eds.) Medio ambiente y gobernabilidad: Diagnóstico y sostenibilidad en le Mediterráneo. España, Icaria e ICM.
- Keck, M.E. y Sikkink, K. (2000). Activistas sin fronteras, México, Siglo Veintiuno.
- Leff, E. (2004). Racionalidad Ambiental: la reapropiación social de lla naturaleza. México, Siglo Veintiuno.
- Santana, A. (2011). Presentación. En Santana, A. (coord.) Energía, medio ambiente y política en América Latina. México, CIALC, FIEALC y SNUILAS.