Transformación hacia una vida más agroecológica
julio 19, 2023La Ruptura Epistemológica durante el desarrollo de mi labor como educadora ambiental
julio 25, 2023El tomar la decisión de estudiar una licenciatura generalmente involucra considerar diversos aspectos de la vida de un estudiante, buscando desarrollarse profesionalmente en lo que considera es la mejor opción para su trayectoria de vida.
Sin embargo, durante mi trayectoria en la licenciatura, al llegar al noveno semestre mi atención se enfocó en la única materia que cautivo mi necesidad de lucha: el Derecho ambiental. Creo que solo hasta ese momento confirme que había tomado la decisión indicada con respecto a mi carrera.
En mi caso, mi principal motivación para decidir estudiar la Licenciatura en Derecho fue considerar que ésta me daba las mejores herramientas para luchar por las injusticias sociales y por aquellos que no podrían defenderse por sí solos.
En particular, desarrollándome en una zona rural rodeada de vegetación tuve la experiencia de crecer en medio del bosque mexiquense, así que me di cuenta de primera mano, de las problemáticas que la marginación provoca.
Por lo que una de mis mayores motivaciones era apoyar a los campesinos mexiquenses, para que ellos -mis vecinos- consiguieran salir adelante sin explotar su entorno, agua, tierra o bosque, sin medida.
Al paso de los años, sin darnos cuenta realizamos actividades que son perjudiciales para el manejo más sustentable del os recursos naturales que tenemos disponibles en el entorno, provocando un menoscabo de difícil o inclusive nula reparación a largo plazo.
Inquietudes de la formación como agente de cambio
Y es aquí donde he escuchado algunas posturas que me hacen sentir inquieta; “los recursos se dividen en renovables y no renovables” “la naturaleza sigue su curso” “no es la única ni primera vez que le sucede esto al planeta” “tenemos que vivir y aprovechar los recursos”, “la tecnología nos va a salvar”. Y esta última en generaciones más jóvenes: “nosotros tenemos que reponer lo que ustedes han descompuesto”.
Entonces en este punto ¿estoy sola en esta lucha? ¿a nadie le interesa? ¿de quién es esta responsabilidad? La realidad, aunque sea dura de aceptar, es que frecuentemente solo somos unos cuantos interesados en defender y proteger al medio ambiente.
Ya algunos años después y con poco menos de 6 meses de haber comenzado a cursar una Maestría en la UNIVERSIDAD DEL MEDIO AMBIENTE creo que puedo decir con confianza que en esta institución convergen profesionistas de varias disciplinas que me parece comparten mi objetivo.
Primer semestre de la Maestría en Derecho Ambiental y Política Publica
En el desarrollo de mi 1er semestre como estudiante de esta maestría, enfrenté directamente la realidad de las condiciones del actual marco jurídico ambiental mexicano e internacional, notando que aún queda mucho camino por recorrer, así como la constante necesidad de mantener el compromiso de nuestros legisladores para robustecer las leyes en materia ambiental.
Al día de hoy con ayuda de mis facilitadores de la maestría, comprendo cómo se conecta la metodología de cada una de las asignaturas para lograr el mejor desarrollo de una idea final. En última instancia para que todo aquello por lo que luchas se concrete en un mismo propósito.
Por ejemplo, a través de un enfoque sistémico y multidisciplinario mi memoria recordó cómo actualmente uno de los principales desafíos para el mejor manejo de los recursos naturales es asegurar que las actividades humanas se rijan por los principios del desarrollo sostenible (Aleksić y Šušteršič, 2020).
En vista de estos problemas, varios autores y organizaciones, incluyendo particularmente a la FAO, han señalado la utilidad de usar recursos provenientes de ambientes acuáticos, entiéndase pescados y mariscos, para solventar el imponente futuro de una creciente necesidad de alimentos para la población humana.
Trabajo final del semestre
Así pues, mi trabajo final se basa en la utilidad de la implementación de cultivos acuapónicos para la promoción del desarrollo sostenible y la mejora de las condiciones de vida de los habitantes del ejido de Los Berros, Villa de Allende, Estado de México.
A través del desarrollo de un sistema acuapónico se propone impulsar mejoras en la calidad de vida de los habitantes del ejido de los Berros, Municipio de Villa de Allende, Estado de México vía la venta de productos tanto vegetales como piscícolas.
La acuacultura, definida como el cultivo de animales y plantas acuáticas en condiciones controladas o semi-controladas (Tildwell, 2013) es uno de los sistemas más amigables para la producción sustentable de proteína de alta calidad para el consumo humano.
Esta a su vez, puede considerarse como una “economía circular” pues involucra la integración de los sistemas de la acuacultura y la hidroponía para multiplicar beneficios en términos de producción de vegetales y de pescado en sistemas de acuicultura.
¿Cómo funciona?
Usando los productos de desecho de los peces como fertilizantes para las especies vegetales, que, utilizando éstos como materia prima para su desarrollo “limpian” el agua donde viven los peces. Así que esa agua puede ser regresada al ambiente acuático con una mejor calidad, en un productivo sistema cerrado (Figura 6) (Tildwell 2013).
El ciclo del cultivo de peces y vegetales en un sistema acuapónico. Redibujado a partir de la imagen original de Bernstein (2011, pág. 2).
En este sentido, creo que resulta imperante buscar la protección del medio para prevenir, disminuir, y evitar los impactos negativos que las actividades humanas provocan en la naturaleza, algo que tal vez solo se pueda lograr o cuando menos promover, a través de normas jurídicas y políticas específicas que regulen la actividad humana.
Por todo lo anterior, en mi opinión, el uso de sistemas acuapónicos de producción de vegetales y peces de manera conjunta, circular y sostenible tiene el potencial de impactar benéficamente a la comunidad que lo emplee, más allá del mero beneficio económico que podría derivarse de la conformación de una sociedad cooperativa de producción.
Proceso de integración
Considero que el mayor reto de esta propuesta es identificar la influencia que el conocimiento disciplinario e interdisciplinario (en términos de derecho ambiental, política pública, sostenibilidad y pensamiento sistémico) puede aportar a la resolución de una problemática compleja con un aparente origen social y económico.
Creo firmemente que el ser humano en su relación con el medio debe ser contenido por normas que restrinjan o modulen su campo de acción, su conducta y el uso de recursos.
Por esta razón, fue emocionante el encontrar que el ámbito municipal considerara los programas de desarrollo desde un punto de vista de la sostenibilidad, algo poco plasmado en otros documentos del propio Estado de México.
Por ejemplo, existe evidencia de que el Municipio de Villa de Allende está interesado en la promoción o desarrollo de proyectos de desarrollo económico y social a pequeña escala vía la acuacultura/acuaponia.
Diagrama, vinculación planes de desarrollo, federal estatal y municipal, elaborado por Karmina Alvarez
Afortunadamente, lo más probable es que esto derive de una alineación estratégica de las competencias de los niveles Federal, Estatal y Municipal.
Considero entonces que la acuaponía es un sistema subexplotado que podría dar lugar al desarrollo de una gran industria en nuestro país. En general, resultó grato y emocionante descubrir el potencial de producción de una técnica agro-acuícola que ya era utilizada, al parecer, desde tiempos prehispánicos.
Planta productiva piloto de especies de tilapia y ranas toro en la localidad de Atarasquillo en el municipio de Lerma de Villada, Edo., de Méx, 2018; © AJMC, 2018; con permiso para su uso y reproducción.
Conclusiones
El desarrollo humano depende no solo de sus capacidades y estructuras sociales, sino también de su rol cómo un organismo en un hábitat especifico. Así pues, su uso de recursos de una forma planeada y sostenible o explotada y desmedida, se verá necesariamente reflejada en su capacidad de supervivencia futura.
Tanto desde el punto de vista de la legislación mexicana como del derecho internacional, nuestro proyecto pretende abonar a la defensa de la biodiversidad y los derechos de la naturaleza, respetando los principios rectores del Derecho ambiental.
Todo lo anterior sugiere la pertinencia de desarrollar sistemas de cultivos de vegetales, en coordinación con cría de peces para el aprovechamiento humano, promoviendo así tanto el desarrollo alimentario sostenible, como el desarrollo socioeconómico y ambiental a nivel local en aquellos ejidos o municipios con las características sociales, orográficas, ambientales y de políticas públicas que así lo permitan o promuevan.
A manera de conclusión entonces, confiamos en que la generación de proyectos sostenibles desde el potencial permitirá identificar, planear y sistematizar lo necesario para lograr cristalizar un mejor futuro para todos.
Escrito por Karmina Isabel Álvarez Velázquez estudiante de la Maestría en Derecho Ambiental y Política Pública.
«Las opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de los autores y pueden no coincidir con las de la Universidad del Medio Ambiente»