Proyecto Socioambiental Xona
julio 12, 2024Aprendiendo a cuidar el agua en San Cristóbal de Las Casas
julio 14, 2024Ilustración 1. Fuente: Permea Holística
Escrito por Patricia Figueroa Garduño, estudiante de la Maestría en Administración de Empresas Socioambientales (Green MBA) y Lina Marcela Enriquez, estudiante de la Maestría en Innovación Educativa para la Sostenibilidad
“Las opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de los autores y pueden no coincidir con las de la Universidad del Medio Ambiente”
Imaginemos un mundo en el que lxs humanos no estemos atados a un sistema que nos obligue a producir capital.
En donde simplemente existimos siendo parte de la naturaleza y sus ciclos. Respetando a la madre naturaleza y siendo agradecides de todo lo que nos provee; tanto cuidados, como alimentos y espacios para desarrollarnos plenamente. Tristemente no nos encontramos en esa utopía y estamos en busca de un futuro “sostenible” para poder seguir habitando este planeta.
En el año de 1987, se menciona por primera vez el término de sostenibilidad o desarrollo sustentable en el informe “Nuestro Futuro Común” de la Dra. Brundtland y se refiere a que las generaciones presentes debemos satisfacer nuestras necesidades con los recursos actuales sin tener que utilizar aquellos de las generaciones futuras (Larrouyet, 2015).
Pero, ¿cómo es que un término nacido a finales de los años ochenta sigue sin poder concretarse y pareciera que todo va de mal en peor? ¿Acaso la visión eurocentrista del término está afectando el camino para materializarlo? Analizaremos el término sostenibilidad y el modo en que se ha llevado a cabo a través de varias perspectivas.
Concepto de sostenibilidad.
El concepto de sostenibilidad puede tener diferentes matices dependiendo del contexto desde el cual se desarrolla. Para algunes el término va de la mano con la posibilidad de prevalecer en el planeta para siempre y que esa sea nuestra realidad, aunque no la hayamos llegado a conocer todavía (Ehrenfeld, 2008). Y para otres, es necesario repensar la mirada desde dónde se proponen las acciones sostenibles y si no replican conductas dominantes y patriarcales. (Herrero, 2013). Lo cual lleva a basarnos en la ética tomando en cuenta las corrientes feministas e indígenas.
La tierra siempre ha sido un elemento femenino el cual ha sido víctima de las sociedades patriarcales al explotar, juzgar su apariencia, maltratar y replicar muchas violencias sobre ella. Darnos cuenta en primera instancia de estos actos nos permitirá reevaluar lo que en verdad estamos buscando con el término sostenibilidad. ¿Simplemente queremos que existan recursos disponibles para las futuras generaciones? o más bien lo que estamos buscando es cuestionarnos acerca del pensamiento humano que tenemos acerca de la tierra, para poder así dignificarla, comprenderla, procurarla y así establecer un término más concreto acerca de la sostenibilidad.
De acuerdo con Ehnrenfeld, se necesitan tres conceptos clave llevados a cabo al mismo tiempo para lograr la sostenibilidad: el sentido humano, el natural y el ético. No podemos apoyarnos sólo en regenerar los sistemas naturales por más pensamientos éticos, feministas e indígenas que utilicemos si se ignora el factor humano y se explotan a les trabajadores bajo condiciones deplorables y empleos indignos; si se continúa con la extracción de recursos de países subdesarrollados para generar ganancias a países con alto desarrollo.
Así mismo, es importante denotar aquí que el término de sustentabilidad, este nos lleva a una nueva comprensión del mundo, a una nueva alianza entre la naturaleza y la cultura, fundando así otra económica, re-orientación de la ciencia, tecnología y cultura política, a pensarnos en la construcción de otros mundos posibles, desde lo global y lo local. Por ello es tan importante una ética ambiental, para orientar los procesos y los comportamientos sociales hacia un futuro justo y sustentable, pues: “para todes, todo” (Ambiente & Sociedades, 2022).
Ilustración 1 . Fuente: Permea Holística
Dejemos el discurso de sostenibilidad de las élites blancas.
Sin embargo, es imperativo dejar el discurso de sostenibilidad de las élites blancas, simplemente será una “máscara verde” para ellas y no podríamos avanzar en comunidad todos los países y todas las personas para llegar a la utopía sostenible.
Por lo anterior, es tan importante el reconocimiento de los saberes ancestrales, locales y populares, de recuperar el conocimiento valorativo, el valor de la vida como seres humanos naturales y sociales, de todas las formas de vida, de darnos la oportunidad de sentipensarnos como un ecosistema vivo para afrontar como humanidad esta crisis ambiental, esta crisis civilizatoria (Ambiente & Sociedades, 2022).
De hecho, Arturo Escobar (2014) nos invita a analizar la sustentabilidad desde una noción profunda, que vaya mucho
más allá de “lo económico y lo cultural para incorporar lo epistémico y lo ontológico. Una versión fuerte de la sustentabilidad tendrá que ser descolonizadora en lo epistémico, liberadora en lo económico y lo social y despatriarcalizante; además, tendrá que proponerse construir alternativas al “desarrollo” desde perspectivas que: alberguen lo comunal, tanto como lo individual”. Puesto que no podemos seguir reproduciendo un capitalismo verde.
Un ejemplo de lo anteriormente nombrado es la ganancia de dinero de las empresas suizas con el café colombiano, es la evidencia que el sistema económico es un sistema de muerte, explotación, colonialismo y eurocentrismo, ya que, al no tener la cadena de producción y distribución, la maquinaria, las multinacionales aprovechan para comprar el café más económico y les caficultores no ganan ni el 10% de lo que realmente se compra en el mercado, es un monopolio extractivista (Ángel, 2021).
Sin embargo, diferimos en el video y sobre todo desde mi perspectiva colombiana; Juan Valdez en el territorio colombiano es un explotador de les caficultores, puesto que sin la firma de esta entidad ningún caficultor puede exportar, además Juan Valdez compra el café por debajo del precio, enriqueciendo solamente a unos pocos. Entonces, no importa la nacionalidad de la empresa, ni el país a quien le compre, es la necesidad de explotar el territorio y a las personas solamente por poder y dinero.
Siendo así, la pregunta aquí es ¿Qué hacer frente a este panorama tan desconsolador?
Ilustración 2. Fuente: Permea Holística
Tal como nos platea María Mies:
“La mayoría de las personas esperan que la ciencia y la tecnología aporten soluciones para estos dilemas, en vez de adoptar medidas para empezar a limitar su propio consumo y su patrón de producción” (Mies & Shiva, 1993).
Es por ello la importancia de interiorizar aquella frase: “lo personal es político y lo político es personal”, pues no podemos seguir dejando la responsabilidad en la otredad sobre la crisis civilizatoria ambiental, sobre el futuro de todas las formas de vida, del planeta.
Debemos de poner la vida en el centro de los proyectos, planes, actividades tanto personales y colectivos, además de hacer un cambio de paradigma donde dignifiquemos la vida misma, fomentando el tejido social para hacer resistencia a un sistema de muerte.
Sentipensares finales.
Se ha demostrado que las mujeres somos quienes cuidamos la tierra en un sentido más profundo de la vida, que nos organizamos en su defensa y protección, así mismo se une a esta visión la articulación entre la mujer como dadora de vida y la naturaleza como madre tierra – creadora de vida.
Consideramos que se debe de reflexionar la importancia de la perspectiva de género en los procesos socio-ambientales, desde una educación contextualizada, que fomente el cambio de paradigma ayudando a cambiar las conductas y representaciones sociales, apostándole cada vez más a cerrar las brechas sociales fomentando un estilo de vida ecológicamente sostenible y socialmente justo.
Además de incorporar la economía feminista o economía del cuidado para visibilizar lo ignorado e incluir lo excluido en el análisis de las actividades productivas y reproductivas de las mujeres, esenciales para lograr la sustentabilidad de la vida (Llanque et al., 2018).
A través de formar comunidades de aprendizaje informales en los espacios educativos formales – además de fortalecer la gobernanza y gobernabilidad de los territorios- dado que la defensa, conservación y protección de la tierra es cuestión de todes. Es como creemos que sería un cambio adecuado en los contextos de América Latina.
Como maestrantes, tanto en innovación educativa para la sostenibilidad, como en administración de empresas socioambientales el reto está en fomentar una educación emancipadora, que promueva el cambio de paradigma, desde una práctica docente que permitan espacios de diálogo, debate y co-construcción del conocimiento desde un posicionamiento político de la vida, pues, esto permite sentipensarnos la educación desde otras formas de concebir el mundo, fomentando una educación emancipadora.
Así mismo desde la creación de empresas socioambientales, reconstruir la manera en que se rigen los negocios evitando replicar conductas violentas del capitalismo patriarcal que a la vez no explota los recursos naturales y humanos para un beneficio propio y optar por un sistema colectivo horizontal de trabajo, es toda una aventura que estoy dispuesta a cruzar y compartir, aprovechando los privilegios que me soportan y así se posibiliten la construcción de otros mundos posibles.
Finalmente, aquí dejamos plasmadas nuestras utopías, nuestras formas de relacionarnos con el mundo, nuestras formas de concebir la vida, pues, somos seres sentipensantes con la tierra, en donde nos cuestionamos nuestra propia existencia no solo desde nuestro ámbito académico, sino en nuestra cotidianidad, en la forma en que nos relacionamos con el entorno, en la coherencia entre nuestro pensamiento y acción, en ser mujeres que trabajan por un mundo más justo, equitativo, incluyente, sustentable y amoroso, desde aquella ternura radical que implica habitar el mundo desde otros horizontes.
Referencias bibliográficas
Ambiente & Sociedades. (2022, Mayo 4). Manifiesto por la vida. Por una ética para la Sustentabilidad. Gobierno de México. Retrieved Marzo 24, 2024, from https://www.gob.mx/cms/uploads/attachment/file/598370/13-Manifiesto_por_la_vida.pdf
Ángel, J. G. (2021, Septiembre 25). Suiza gana más dinero con el café que Colombia.
¿Cómo es posible? YouTube. Retrieved Marzo 24, 2024, from https://www.youtube.com/watch?v=LRmCnQXO1Xw
Ehrenfeld, J. R. (2008). Sustainability by Design. A Subversive Strategy for Transforming Our Costumer Culture.
Escobar, A. (2014). Sentipensar con la Tierra. Nuevas lecturas sobre el desarrollo, territorio y diferencia. https://biblioteca.clacso.edu.ar/Colombia/escpos-
unaula/20170802050253/pdf_460.pdf
Herrero, Y. (2013). Miradas Ecofeministas para transitar a un mundo justo y sostenible. FUHEM.
Larrouyet, M. C. (2015, agosto). Desarrollo sustentable: origen, evolución y su implementación para el cuidado del planeta. Universidad Nacional de Quilmes. Retrieved Marzo 21, 2024, from https://ridaa.unq.edu.ar/bitstream/handle/20.500.11807/154/TFI_2015_larrouyet_003.pdf?seq
Llanque, A., Dorrego, A., Coztanzo, G., Elías, B., & Catacora-Vargas, G. (2018).
Mujeres, trabajo de cuidado y agroecología: hacia la sustentabilidad de la vida a partir de experiencias en diferentes eco-regiones de Bolivia.
Mies, M., & Shiva, V. (1993). Ecofeminismo: Teoría, crítica y perspectivas.
ECOFEMINISMO. Retrieved Marzo 24, 2024, from https://traficantes.net/sites/default/files/pdfs/9788498886924.pdf
Permea Holística. (2022, Junio 05). Sentipensar como un ecosistema para afrontar la crisis ambiental. Instagram. Retrieved Marzo 24, 2024, from https://www.instagram.com/permea_holistica?igsh=NmRsNTZxNGdqbmFj