Vulnerabilidad y trabajo en equipo
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«Hay una especie de magia cuando nos vamos lejos y, al volver, hemos cambiado».
Kate Douglas Wiggin
El turismo como lo conocemos, necesita una transformación profunda.
Viajar, como cualquier actividad humana puede generar impactos sociales y ambientales negativos, desde el consumo de combustibles en el transporte y en las actividades de recreación hasta las condiciones sociales injustas que se dan en algunos destinos turísticos o la destrucción de áreas naturales.
Aun así, el turismo nos presenta la oportunidad de descubrir y redescubrirnos, como especie, comunidad y como seres humanos. Los encuentros que se generan en los viajes tienen el potencial de crear mejores condiciones de vida para los involucrados, además de ser parte de las estrategias para la conservación natural y cultural del patrimonio de los destinos y de fomentar un entendimiento intercultural entre personas que pueden cultivar mejores relaciones humanas.
La “sustentabilidad” es un concepto que en las últimas décadas se ha utilizado en distintas industrias y sectores para hablar de procesos que buscan mejores prácticas sociales y ambientales. Lamentablemente, como sucede con muchos términos, su sentido se ha interpretado de forma insuficiente y en su nombre seguimos con prácticas similares a las del pasado, procurando compensar daños con acciones para conseguir como resultado una suma cero; en nuestro momento histórico, requerimos de un esfuerzo por hacer las cosas no solamente evitando los daños previsibles, sino procurando el bienestar en cada una de nuestra acciones, es decir, precisamos ir más allá de la sostenibilidad.
El turismo como cualquier otra actividad humana, tiene una gran oportunidad para crear nuevas formas de relacionarnos y entender el mundo. En este contexto, una de las nuevas tendencias apunta al “Turismo regenerativo”, que nace a partir de la insuficiencia de la sostenibilidad como solución a los problemas e impactos generados por esta industria.
El turismo regenerativo plantea modelos que buscan una transformación profunda de viajeros, comunidades receptoras y destinos. La propuesta del turismo regenerativo es promover el desarrollo de nuevas capacidades colectivas, personales y naturales a raíz de los beneficios generados por el turismo: Conservación del patrimonio cultural, restauración de ecosistemas, mejora en las condiciones de vida locales, transformaciones personales, etc.
Si la transición de un turismo tradicional hacia procesos más sostenibles es un reto enorme, el tránsito hacia el turismo regenerativo plantea la necesidad de un cambio de muchos paradigmas, los de la industria, los de los destinos y de los viajeros.
De acuerdo con Anna Pollock, investigadora inglesa y una de las principales voces del turismo regenerativo a nivel global, a diferencia del turismo tradicional, en el que el centro de la industria y las experiencias se basan en transacciones de valor, servicios o productos, el turismo regenerativo prioriza los encuentros y el potencial que existe en ellos, busca generar encuentros genuinos entre personas y de las personas con los entornos. El turismo tradicional como lo conocemos, tiende a dictar el rumbo de las comunidades que habitan los destinos, imponiendo usos, costumbres, hábitos, infraestructura y valores, mientras que la propuesta del turismo regenerativo busca partir del destino y sus comunidades para desde ahí diseñar las experiencias, los lugares y las relaciones que se van a detonar, ofreciendo a los viajeros experiencias únicas e imborrables.
Adentrarse en una cocina tradicional, practicar una danza tradicional con la comunidad, conocer el proceso productivo de alguna bebida son algunos ejemplos de éste tipo de encuentros que pueden implicar transformaciones, más allá de anécdotas.
Una forma de promover éste tipo de turismo es buscar proyectos que promuevan modelos de turismo sostenible y regenerativo. Además, como viajeros, podemos hacer cosas sencillas para nivelar la balanza, reducir nuestros impactos negativos y promover un verdadero desarrollo en los destinos, mientras gozamos de experiencias profundas y genuinas.
Algunas cosas que podemos hacer como viajeros para promover un mejor turismo son:
- Buscar destinos menos saturados.
- Prepararnos e informarnos sobre los destinos que visitamos, su historia, cultura y sus valores naturales.
- Priorizar el consumo de productos locales en el destino.
- Buscar agencias y operadores que promuevan procesos más sostenibles
- Consumir en negocios locales como hoteles, restaurantes y prestadores de servicio locales.
- Reducir el impacto de nuestras compras (Evitar desechables, plásticos, etc.).
- Utilizar medios de transporte de bajo impacto siempre que sea posible.
- Adaptarnos a los usos y costumbres locales durante el viaje.
- Compartir nuestra propia cultura de forma respetuosa con las comunidades.
Aunque el camino parece difícil, como viajeros, tenemos la oportunidad de generar un gran impacto positivo sin sacrificar la aventura y las experiencias extraordinarias. Viajar siempre ha transformado al mundo y el turismo regenerativo es una gran oportunidad de transformarlo para bien.
Viajar de forma consciente ayudará a transformar no sólo los destinos, si no a nosotros como viajeros, para apreciar más el mundo, entendernos a nosotros y de alguna forma, ser mejores personas para el mundo que habitamos y que tanto necesita de nuestra mejor versión.
Como decía Henry Miller: “Nuestro destino de viaje nunca es un lugar, sino una nueva forma de ver las cosas”.
Gerardo Ibarra
Co-fundador de Ruta Origen
Estudiante de la maestría en Turismo sostenible de la Universidad del Medio Ambiente
Ruta Origen es una empresa social mexicana dedicada al desarrollo comunitario a través experiencias de turismo sostenible. Ofrecen rutas y experiencias a la medida que impactan de forma directa en los destinos y en cadenas productivas del cacao, mezcal, café y otros productos, diseñando experiencias de turismo en contacto real con los destinos y las comunidades de México.
Las opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de los autores y pueden no coincidir con las de la Universidad del Medio Ambiente