Economía circular post COVID-19
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marzo 21, 2022El significado de la herbolaria es la aplicación de la botánica a la medicina; es decir, al uso de hierbas medicinales en función de utilizar sus propiedades para sanar enfermedades que aquejan al ser humano y a otras especies, en función de mejorar la salud.
Los principios activos presentes en diferentes órganos son extraídos a partir de una sola planta con la finalidad de tratar diversas enfermedades.
La herbolaria mexicana surgió en la época prehispánica, desde la religión que se practicaba en esa época. Así, los pueblos concebían las enfermedades como productos de las acciones de sus dioses. Trataban de encontrar una cura en la naturaleza y así generar grandes avances en el estudio de las propiedades medicinales de las plantas.
Actualmente, la Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoce la herbolaria como una herramienta eficaz, ya que se estima que un 80% de la población mundial utiliza esta. Con un total de 35000 especies vegetales que presentan potencial medicinal, las personas las utilizan para reemplazar o complementar sus tratamientos médicos. Esto se debe a que en la actualidad sÍ existe una gran documentación científica relacionada con la herbolaria y está más accesible.
La gran diversidad de especies presentes en nuestro país y la amplia riqueza cultural presente han favorecido el aprovechamiento de las plantas con fines medicinales desde épocas prehispánicas.
La Herbolaria mexicana como patrimonio cultural
La herbolaria como patrimonio cultural se ha transmitido de generación en generación, de manera que algunas prácticas subsisten y son ejercidas de manera común y corriente, ya sea en áreas rurales como urbanas.
En el país existe una extensa variedad de tratamientos fitoterapéuticos que forman parte de la herbolaria mexicana tradicional. Cuenta con aproximadamente 4500 especies registradas de manera oficial, ocupando el segundo lugar a nivel mundial en el número de plantas medicinales registradas.
Tanto en los países desarrollados como en los que están en vías de desarrollo, el uso y la comercialización de fitofármacos y productos naturales con fines medicinales muestran un crecimiento acelerado en el último tiempo, lo que se evidencia con el aumento significativo en la demanda mundial por estos productos.
También se ha comprobado que algunas plantas que se utilizan con fines medicinales tienen principios activos que se emplean para la elaboración de fármacos comerciales.
Las plantas medicinales como traspaso generacional
Un punto importante en torno al uso de las plantas medicinales es la experiencia de la tradición y su traspaso de generación en generación en las familias mexicanas. La mayoría de los usuarios y usuarias, en su mayoría mujeres, aprendió el uso de las plantas medicinales porque es un negocio familiar y sus padres o abuelos les transmitieron esos conocimientos.
En general se menciona a un solo sujeto como la persona que enseña, que no sólo distribuye, sino que es capaz de recetar y curar. Es posible evidenciar un aprendizaje y experimentación que se transmite de generación en generación apoyado en paralelo con bases científicas. Se concibe también la idea de una “herencia intangible“ como tal, en donde se apoya principalmente a través de la práctica.
Al mismo tiempo funciona como un modo de mantener la identidad como pueblo, se puede traducir como una forma de poder y autoridad que se expresa en el dominio de la naturaleza y sus propiedades, la salud y la enfermedad del individuo, sobre los demás y sobre sí mismos.
Accesibilidad en estratos sociales más bajos
La gran mayoría de las personas que acuden y acceden a estas prácticas son gente de escasos recursos.
Asimismo, los vendedores y distribuidores de plantas medicinales consideran que la gente acude a la herbolaria, entre otras razones, porque resulta más barata comparada con la medicina convencional.
La búsqueda de alternativas terapéuticas, como la herbolaria, genera un punto de reflexión en torno a la eficacia real y accesibilidad de las medicinas de patente de la industria farmacéutica.
También nos habla del capital cultural que históricamente han forjado los grupos sociales, que en nuestro país tiene una raíz mesoamericana indiscutible.
El uso actual de las plantas con valor medicinal pone en la palestra cómo la herbolaria tradicional o popular contemporánea, lejos de empobrecerse o perderse, se ha enriquecido, se ha fortalecido gracias al crecimiento de estudios científicos que la respaldan, esto, sumado a la introducción de nuevas especies. Es posible conformar un patrimonio cultural en manos de los propios actores sociales responsables.
Si quieres conocer más y adentrarte en el estudio de la herbolaria, te invitamos a nuestro taller de herbolaria y salud. que sucede dos veces al año. No olvides suscribirte a nuestro boletín para conocer los próximos eventos que tendremos en el área de Agroecología y Sistemas Alimentarios Regenerativos.
Referencias
Barthelson, Roger A. et al., 2006, “Development of a Comprehensive Detection Method for Medicinal and Toxic Plant Species”, en American Journal of Botany, vol. 4, pp. 566-574.
Bye, Robert y Edelmira Linares, 1987, “Usos pasados y presentes de algunas plantas medicinales encontradas en los mercados mexicanos”, en América Indígena, vol. 47, núm. 2, pp. 200-230.
Conocimiento y uso de las plantas medicinales en la zona metropolitana de guadalajara*. (2011, 15 abril). Scielo. http://www.scielo.org.mx/pdf/desacatos/n39/n39a3.pdf
La práctica de la autoatención por fitoterapia en un grupo de familias mexicanas. (2006). medicina familiar. https://www.medigraphic.com/pdfs/medfam/amf-2006/amf063c.pdf
Martínez, Maximino, 1996, Las plantas medicinales de México, Editorial Botas, México
México, un país con gran tradición en herbolaria. (2020). Earth gernomic. http://earthgonomic.com/noticias/mexico-un-pais-con-gran-tradicion-en-herbolaria/#:~:text=Es%20bot%C3%A1nica%20aplicada%20en%20curar,las%20acciones%20de%20sus%20dioses.
Escrito por: Melisa Navarrete Yañez, estudiante de la maestría en Agroecología y Sistemas Alimentarios Regenerativos, generación 2022.
Edición: Shannen Sánchez Ruiz, estudiante de la maestría en Agroecología y Sistemas Alimentarios Regenerativos, generación 2021.
Las opiniones incluidas en este artículo son responsabilidad de quien las escribe, y no reflejan la postura, visión o posición de la Universidad del Medio Ambiente.