SESIÓN VIRTUAL SOBRE LAS REFORMAS PARA FORTALECER E INCENTIVAR LA CONSERVACIÓN VOLUNTARIA EN EL ESTADO DE SONORA
septiembre 9, 2024La curiosidad como motor
septiembre 13, 2024Escrito por Natalia Zenteno estudiante de la Maestría en Innovación Educativa para la Sostenibilidad
Hola, lector de este querido blog:
Te escribe una arquitecta que está estudiando la maestría en educación. Parecerá raro que alguien como yo, una arquitecta con trabajo de arquitecta y una experiencia laboral enfocada cien por ciento en la arquitectura, se encuentre en esta maestría.
Quisiera compartirte cómo llegué aquí e inspirarte a encontrar en la educación un camino para integrar a tu práctica eso que a tu corazón le ha hecho tanta falta.
Para mí, la sostenibilidad es el bienestar común; va más allá de una técnica constructiva. Creo que incluso un proyecto puede ser sostenible aunque no esté construido con materiales sustentables. En mi experiencia laboral, encuentro en la dinámica de poder entre arquitectos y clientes que las discusiones se reducen a los intereses particulares, y por lo tanto, el bienestar común, el impacto que tiene el proyecto en su comunidad, queda de lado, como una consecuencia en vez de un objetivo.
Soy una arquitecta apasionada de mi profesión y, sí, creo que la arquitectura puede ser un agente de cambio a favor de la sostenibilidad, pero para lograrlo se tiene que replantear la dinámica de poder y transformarla hacia un diálogo colaborativo en el que juntos fijemos intenciones, estemos dispuestos a aprender unos de otros y contribuyamos activamente a crear ciudades seguras, limpias, comunitarias, conscientes, amables, inclusivas y accesibles.
Estoy convencida de que la única manera de transformar esa dinámica es mediante la educación.
Al adquirir técnicas para educar aprendiendo, podría invitar a cuestionar ideas preestablecidas y producir mejor arquitectura. Dando un paso más allá, podría inspirar a la próxima generación de arquitectos a cuestionarse los alcances de nuestra profesión y enseñarles herramientas que complementen su práctica; queriendo dar un paso todavía más lejos, podría ampliar la mirada a otros sectores e integrar valores sostenibles desde la perspectiva arquitectónica a través de la educación.
Entretejer la arquitectura y la educación
En mi trabajo de arquitectura, a veces parece que tengo que elegir entre satisfacción creativa y económica o ir en contra de mis principios morales y éticos; y yo estoy decidida a no elegir y a honrar ambas partes.
Al combinar la práctica arquitectónica con la enseñanza, he aprendido a tener mejores conversaciones con mis clientes y mis colegas.
Foto tomada por Lilian Galante
La Maestría en Innovación Educativa para la Sostenibilidad me está dando herramientas, conocimiento y la comunidad necesaria para efectuar un cambio positivo hacia el bienestar común, ofreciendo experiencias de aprendizaje transformadoras y guiando a otros para co-diseñar espacios más equitativos.
Mi experiencia en la maestría
Como estudiante de arquitectura, viví la licenciatura como un proceso competitivo donde tenía que elevar mi ego para sobrevivir ante profesores soberbios e impositivos. Como estudiante de educación, he vivido este proceso en total comunión con mis compañeras; me siento vista y validada por todo lo que soy y no solo por una parte de mí.
El programa y los valores de la universidad me han hecho replantear mi práctica profesional, pero más allá de eso, me han impactado y cuestionado profundamente.
En un semestre y medio, siento que, más que nunca, he visto de frente mis vicios, inseguridades, miedos, cualidades y esperanzas. En esta, como en todas las maestrías, uno obtiene lo que trabaja, pero algo muy especial a lo que te invita la UMA es a comprometerte contigo en todos los aspectos, desde el más íntimo hasta el más social, y para mí ha sido un regalo darme ese compromiso y permitirme regenerarme de adentro hacia afuera.
Foto tomada por Lilian Galante
Estudiando esta maestría, me he dado cuenta de que, tanto en lo profesional como en lo personal, yo quiero ser “educadora” o, como decimos aquí, quiero hacer aprender. Quiero aprender en todo lo que hago, quiero hacer sentir bien a la gente, quiero pertenecer a comunidades de cuidado, quiero promover respeto, quiero escuchar, quiero ser escuchada.
Sentipensares
Más allá de ser arquitecta, que seguiré siendo, en mi vida, para mí y para todos los que me rodean, quiero educación y quiero poner a la educación antes de cualquier cosa que yo haga. Quiero ver el mundo a través de la educación. La educación, para mí, trasciende cualquier práctica laboral; para mí, es un llamado a mi alma.
La arquitectura me entusiasma y me es placentera; es mi forma de ver el mundo. La educación es quien quiero ser, y te invito a que, vengas de donde vengas, hagas lo que hagas. Si tu duda es casi espiritual-existencial, tienes que estudiar esta maestría.
No sé si todas mis ilusiones se harán realidad en este periodo de la maestría, pero empiezo por comprometerme y creerlas posibles. Estudiar en la UMA me ha hecho ver caminos potenciales para mi práctica arquitectónica y para mi existencia en el mundo.
Foto tomada por Lilian Galante