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agosto 8, 2021¿Podría ser el diseño bioclimático una manera para los arquitectos de contribuir a la creación de espacios habitables adaptados a los imperativos actuales de alto confort ambiental para los habitantes y de bajo consumo energético?
En el actual contexto de pandemia, ¿qué podría aportar el diseño bioclimático a la concepción de viviendas que respondan mejor a nuestras nuevas formas de habitar?
La formación universitaria que recibimos las arquitectas y los arquitectos, ¿nos capacita para concebir arquitecturas basadas en una comprensión integral del sitio y en la aplicación de estrategias bioclimáticas?
¿Qué es el diseño bioclimático?
La arquitectura bioclimática es la piedra angular de la eficiencia energética y esta es, a su vez, uno de los pilares de la arquitectura sostenible. Partiendo de las condiciones particulares de cada sitio, permite proponer soluciones desde un enfoque integral. Concilia la búsqueda de la belleza, con el confort de las personas que habitan los espacios, los impactos que esas medidas tienen en el medio ambiente y la economía de quienes construyen y operan los inmuebles.
En la UMA, el diseño bioclimático es la columna vertebral de la Especialidad en Arquitectura bioclimática (programa 100% virtual). Asimismo, el diseño bioclimático hace el objeto de uno de los seminarios del eje disciplinario de la Maestría en Arquitectura, Diseño y Construcción sustentable (programa semipresencial).
El diseño bioclimático abona de manera contundente a dos de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. El ODS 11 Ciudades y comunidades sostenibles establece metas que conciernen la calidad del aire y el uso eficiente de los recursos. El ODS 7 Energía asequible y no contaminante incluye una meta sobre la mejora de la eficiencia energética.
Los desafíos ambientales
Es bien sabido que el mundo se está enfrentando a los efectos de la emergencia climática. Entre estos, el aumento de la temperatura global, el derretimiento de los glaciares, los cambios en los patrones de lluvia, modificaciones en la distribución de las especies, desajustes en los procesos biológicos.
Como ejemplo, en el mes de junio del año 2020 se registraron altas temperaturas en el círculo ártico. Un pueblo en Siberia alcanzó una temperatura de 38ºC, siendo la más alta registrada, elevándose 18ºC del promedio reportado en el mes. Es vital entender que estos cambios nos afecta a todos.
Las Naciones Unidas resumen en este video las siete evidencias de que el cambio climático está ocurriendo ante nuestros ojos.
La pandemia, como catalizador de nuevas formas de habitar
Hoy en día, habitamos un mundo que ha estado inmerso durante más de un año en una pandemia. Esto ha modificado nuestra forma de relacionarnos con los otros, de trabajar, de asistir a clases y de interactuar con la ciudad. Nuestras casas se convirtieron en espacios multifacéticos, en donde se llevan a cabo todas nuestras actividades humanas. Para aquellos privilegiados con casas grandes y jardines, quizás vivir en encierro no ha sido tan complicado. ¿Qué hay, en cambio, de las personas que no tienen la oportunidad de gozar de una ventana que deje pasar el viento o la luz del Sol?
La arquitectura ante un doble reto
La arquitectura, hoy, más que nunca, se encuentra en una línea muy delgada para definir cómo aborda nuevas formas de habitar, ya sea por la pandemia de COVID-19 o por la emergencia climática. ¿Cómo es que la arquitectura puede contribuir a dar solución a ambos problemas?
Por un lado, la pandemia requiere de espacios abiertos, de mayor ventilación y menor aforo. Por otro lado, la expansión de las áreas urbanizadas afecta los ecosistemas. Al estar aislados en casa, las emisiones de CO2 se redujeron, ya que el mundo se puso en “pausa”. Probablemente este efecto positivo de la contingencia sanitaria sea pasajero.
Configurada por el entorno construido y por la gente que lo habita, la ciudad es un conjunto de movimientos constantes y conexiones. Una ciudad solo puede ser inclusiva, segura, resiliente y sostenible si los edificios que la conforman son concebidos de esa forma. Para que la arquitectura priorice estos aspectos a gran escala, se requiere que, como sociedad, entendamos que las “ideas verdes” no son una moda, sino una necesidad.
La postura de la Unión Internacional de Arquitectos (UIA)
La UIA está comprometida con impulsar un mundo mejorado a través del diseño. Con la pandemia, invitó a la movilización arquitectos, planificadores, investigadores, academia y otros profesionales urbanos en busca de nuevas soluciones para aumentar la resiliencia a la pandemia de nuestras ciudades. En julio de 2020 organizó el evento “La respuesta de los arquitectos para remodelar nuestras ciudades que sean resilientes a situaciones de pandemia“. Entre las recomendaciones, se menciona: “Mediante un buen diseño podemos combatir las pandemias. Luz y ventilación natural, conectividad alternativa, y todos los demás valores positivos de una buena arquitectura pueden contribuir y ayudar en situaciones de pandemia“.
La luz y la ventilación natural son dos de los objetivos primordiales del diseño bioclimático.
Cuestionamientos sobre la formación de los arquitectos
De lo anterior, surge naturalmente la pregunta: ¿cómo debe ser la formación de los arquitectos para que seamos capaces de comprometernos con la creación de espacios habitables sostenibles?
Conceptos como sostenibilidad y bioclimática aún suenan muy lejanos a la realidad profesional de la mayoría de los arquitectos. Si bien no ajenos a la arquitectura, se miran como elementos externos a la misma, como un “extra” a la labor del diseñador.
Recientemente comencé a cuestionarme si el quehacer del arquitecto está siendo realmente congruente con la situación que hoy vivimos. Comencé a formularme muchas preguntas. En las escuelas de arquitectura, específicamente en las clases de proyectos, ¿tocamos temas referentes al cambio climático y sobre la influencia, buena o mala, que la arquitectura puede llegar a tener en nuestro entorno? ¿Hablamos alguna vez de la cantidad de residuos que genera una edificación? ¿Consideramos realmente el entorno del sitio en el que íbamos a proyectar? ¿Se mencionó la importancia del diseño bioclimático y lo que implica?
La sostenibilidad como materia optativa
Al recordar mis clases en el Taller de Arquitectura de la UNAM, noté que todas las respuestas a estos cuestionamientos aterrizaban en lo negativo. Al indagar diferentes planes de estudios de diversas escuelas del país, noté que, en la mayoría de los casos, los temas sobre sostenibilidad se ofrecían como optativas. Nunca eran parte del taller integral, conformado a grandes rasgos y de manera generalizada, por asignaturas de investigación, construcción, urbanismo y proyectos.
Necesidad de cambio en los planes de estudio
Esto hace evidente que es el momento de modificar dichas prácticas de enseñanza aprendizaje, no solo por nuestros alumnos, sino por el futuro de las ciudades y del planeta.
Actualmente, hay grandes iniciativas que procuran el diseño de espacios que promueven el bienestar y el confort de los habitantes. Esto acentúa la toma de consciencia de que anteriormente no estábamos poniendo atención al confort y al bienestar de los usuarios. Las necesidades de los seres humanos han cambiado, nuestros ecosistemas se han transformado, por ende, nuestra arquitectura, nuestro urbanismo y nuestro entorno construido deben cambiar.
Como estudiante de la Especialidad en Arquitectura Bioclimática
Después de replantear mi oficio como arquitecta, decidí adentrarme a buscar nuevos conceptos que me pudieran ayudar a ser mucho más congruente en mi labor. Fue así que me encontré con la Especialidad en Arquitectura Bioclimática de la Universidad del Medio Ambiente. Ha sido, en verdad, un proceso de aprender y reaprender a hacer arquitectura desde otras miradas.
La especialidad no solo me ha permitido conocer a personas de contextos completamente diferentes al mío, sino también he podido aprender a redirigir mi forma de proyectar, considerando el sitio desde un nivel jerárquico mucho mayor al de antes.
También es importante mencionar que la definición de mi disciplina desde un campo mucho más artístico, se ha ampliado hacia un sentido científico, ya que absolutamente toda propuesta trabajada puede ser medida y comprobada con las herramientas aprendidas.
En definitiva, la especialidad me ha despertado un nuevo gusto por la arquitectura, al nivel en el que mi práctica como docente ahora va mucho más centrada a la línea que me ha enseñado la Universidad del Medio Ambiente.
En la UMA, el diseño bioclimático es la espina dorsal de la Especialidad en Arquitectura bioclimática. Nuestra siguiente generación inicia en septiembre de 2022.
Asimismo, el diseño bioclimático hace el objeto de uno de los seminarios del eje especializado de la Maestría en Arquitectura, Diseño y Construcción sustentable . Estamos recibiendo solicitudes de admisión para nuestra decimoprimera generación.
[Escrito por Karen Arzate Quintanilla (estudiante de la Especialidad en Arquitectura Bioclimática); editado por Andreea Dani (Directora del área de Arquitectura Sostenible de la UMA)]
Las opiniones incluidas en este artículo son responsabilidad de quien las escribe y no reflejan la
postura, visión o posición de la Universidad del Medio Ambiente.